El truco para no tener que planchar más la ropa y ahorrar en la factura de la luz

El aumento del precio de la luz en los últimos meses ha provocado que los hábitos de consumo de la energía cambien en todos los hogares de nuestro país, para ahorrar lo máximo posible y que el precio final de la factura no sea elevado.

Ante este incremento de los precios, una de las recomendaciones más destacadas ha sido la de poner en funcionamiento electrodomésticos por la noche, como la lavadora. Este tramo valle se considera como el más económico, y abarca desde el inicio del día, a las 0:00 horas, hasta las ocho de la mañana. Además, en el caso de la lavadora, la ropa que se lava también necesita un planchado para evitar las arrugas. 

Sin embargo, existen algunos trucos para evitar en la medida de lo posible el uso de la plancha y conseguir un consumo eficiente de los electrodomésticos. Estos son.

Tejidos con licra o poliéster, la mejor opción

Con respecto a la ropa en cuestión, siempre es preferible optar por prendas con mayor porcentaje de fibra sintética como la licra o el poliéster, en lugar de elegir prendas 100% naturales que exigen pasar por la plancha en más ocasiones.

Al igual que los dos primeros materiales, también se recomiendan tejidos hechos de seda. Sin embargo, prendas hechas con lino o de algodón al 100%, son las menos recomendadas ya que necesitan siempre pasar por la plancha. Además, para evitar arrugas en las prendas, un consejo muy recurrente es no llenar del todo la lavadora.

Tender la ropa justo después del lavado

Por otra parte, otro de los aspectos clave son el momento posterior al lavado, en el que se recomienda sacar la ropa nada más acabar e incluso estirarla para evitar más arrugas. Justo después, dejarla tendida aunque la mejor opción en este último caso, es no dejarla tendida durante mucho tiempo para evitar la plancha.

No humedecer la ropa, error frecuente

Uno de los errores más frecuentes que se producen a la hora del planchar es no humedecer la ropa. Al respecto, una de las soluciones pasa por humedecer la ropa con un vaporizador.

En caso de optar por el secado, otra de las recomendaciones a seguir es no optar por un programa demasiado fuerte, ya que puede dañar a los tejidos y por tanto, provocaría más arrugas, aspecto a evitar.