Las nuevas tarifas de la luz instan a los ciudadanos a cambiar sus hábitos de consumo eléctrico para que las facturas no se disparen. Una de las recomendaciones es usar los electrodomésticos como lavadoras o lavavajillas por la noche, ya que el ‘tramo valle’, que es el más económico de los tres que hay, abarca desde las 00:00 hasta las 08:00 horas entre semana y las 24 horas de fines de semana y festivos. Sin embargo, irnos a dormir mientras estos aparatos en funcionamiento entraña un gran peligro.

“El mayor riesgo que tenemos al utilizar los electrodomésticos por la noche es que ya no hay un control presencial. Si hay un fallo o un problema, el usuario tardará más tiempo en descubrir ese fallo”, indica en 20minutos Roberto Alonso, oficial del cuerpo de Bomberos del Ayuntamiento de Madrid. En este sentido, destaca que el problema más serio no será que el lavavajillas o la lavadora dejen de lavar, sino que pueda producirse un cortocircuito: “Si hay un problema en el lavavajillas y empieza a incendiarse, el usuario está durmiendo, pues no va a quedarse levantado por la noche para verlo, y tardará hasta que se dé cuenta que ese electrodoméstico está ardiendo. Y el tiempo de respuesta es importante para los bomberos”.

Numerosos incendios mortales se dan en viviendas por la noche

Parece una situación poco habitual, pero lo cierto es que solo en el mes de abril de se registraron al menos dos incendios de lavavajillas: uno en Vitoria y otro en Segorbe (Castellón). Y estos trágicos accidentes son especialmente alarmantes por la noche, insiste Alonso, debido a la falta de vigilancia presencial. “Un problema muy grande es que comienza a llenarse de humo la vivienda, por un cortocircuito o una derivación en el uso de los electrodomésticos, ya sean lavavajillas, lavadoras, o ahora que se están comenzando a dejar cargando patinetes eléctricos dentro de los domicilios, o incluso los propios móviles”, precisa. “Si nadie de la familia se da cuenta, la vivienda se llena de humo y al final puedes fallecer simplemente por ese humo”, concluye.

Cada año, la Fundación Mapfre y la Asociación Profesional de Técnicos de Bomberos realiza un estudio sobre víctimas de incendios. El más reciente, con datos de 2019, cuantifica 165 muertes, de las que 91 (55%) se produjeron en horas nocturnas, y 99 personas, el 66%, fallecieron por intoxicación. Además, 125 fallecimientos por incendios, el 76%, se produjeron en viviendas. En la mayor parte de esos casos (41%), es muy probable que el fuego tuviera un origen eléctrico.

Antonio Tortosa, vicepresidente de Tecnifuego (Asociación Española de Sociedades de Protección contra Incendios) confirma que es un patrón que se repite cada año: “Evidentemente es cuando más personas estamos en las viviendas, y se está preparando la cena, se ponen lavadoras, y es donde hay más incendios”, comenta. “Si además ahora cargamos la red con todo lo que se está hablando de conectar equipos, pues el número de incendios puede subir”, advierte.

Por ello, aconseja que, “con o sin subida de luz”, hay que procurar tener las instalaciones eléctricas en condiciones para que sean adecuadas a la sobrecarga de los electrodomésticos que se usan. “Si tenemos instalaciones eléctricas de hace 40 años y con un tipo de cableado determinado y el consumo eléctrico que hoy en día utilizan los electrodomésticos va a ser superior a esa instalación, ahí podemos tener problemas de sobrecarga, cortocircuito y posibles incendios”.