Cada mañana al despertarnos muchas personas se toman un café, ya sea en nuestra casa o en algún bar. A veces nos centramos en el minúsculo gesto de cómo la leche cae del brik, pero nunca pensamos si lo estamos haciendo bien o mal. A priori, los pasos son sencillos: se desenrosca la tapa, se quita el plástico protector y se vierte la leche en una taza. Sin embargo, hay un arte culinario para no verter la leche fuera de la taza y todo se centra en la forma que sostenemos el cartón.

¿Cómo se debe servir la leche?

Al servir la leche en el vaso inconscientemente la gran mayoría de personas colocan la boca de plástico del brik muy cerca de la taza. Dependiendo del ángulo en el que tengamos el brik, se traducirá en un tsunami de leche que a la vez que llena la taza manchará todo lo que tenga a su alrededor en la mesa.

Si esta es la forma habitual en la que sirves la leche o cualquier otro líquido de su brik de cartón, debes saber que lo has estado haciendo mal toda tu vida. Existe una alternativa más eficaz para evitar derramar el contenido del brik en la mesa o que salpique todo a su alrededor. La forma más eficaz tiene una clave: la forma de sujetar el cartón o brik. La manera correcta de sostener el brik es de manera que la boquilla del mismo se encuentre en la parte superior, lo más alejado de la taza.

¿Por qué esta es la forma correcta?

La explicación del porqué esta es la forma correcta es sencilla. Cuando la leche se sella por primera vez para su posterior venta, el contenido del brik está a la misma presión que en el exterior. A medida que vamos bebiendo el contenido se produce una bolsa de aire dentro del envase. Los gases tienden a igualar la presión, por lo que hacerlo de la manera incorrecta produce las conocidas salpicaduras ya que el aire del exterior empuja la leche hacia dentro, haciendo a su vez que rebote y salga con más fuerza.

Cuando servimos la leche de la manera correcta dejamos un pequeño agujero en la boca del brik, el cual permite que el aire entre y salga libremente sin provocar que se igualen las presiones dentro del envase. Al dejar una sección del orificiooo sin tapar, el aire se iguala por lo que el vacío del interior es perfecto.