El volcán de Cumbre Vieja en La Palma entra este viernes en su día 41 de erupción, sin que haya ningún signo evidente de una posible debilitación. Todo lo contrario. En las últimas fechas, con el colapso interno del cono, la cantidad de magma expulsada hacia el exterior parece crecer con el paso de los días. De echo, las diferentes coladas se han ido reactivando.

La denominada como número siete, que estaba casi parada a escasa distancia del mar, se encuentra ya a 86 metros y su llegada al agua puede ser inminente su continúa el fuerte aporte de lava de las últimas horas. Avanza a una velocidad de seis metros a la hora. En cuanto a la número ocho, la que avanza por el barrio de La Laguna, se encuentra parada aunque "pende de un hilo" que reciba nuevos aportes de lava, según confirmó Miguel Ángel Morcuende, director del Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias (PEVOLCA).

La número tres, la más activa, en su avance ha generado nuevos daños en edificaciones que todavía no se habían visto afectadas. En total ya son 1.293 las edificaciones afectadas, mientras la superficie dañada por las diferentes coladas alcanza ya las 905,46 hectáreas. Puede afectar a la carretera que va hacia Puerto Naos, pero no así a la localidad. Una de estas coladas, que en algunos puntos alcanzan los 80 metros de altura, ha acabado con lo poco que quedaba del barrio de Todoque.

Tráfico restringido

A última hora de la noche del jueves, el área de Seguridad y Emergencias del Gobierno de Canarias informó de la restricción de acceso de vehículos particulares a las inmediaciones del volcán para el puente, desde este mismo viernes 29 de octubre hasta el lunes 1 de noviembre. Una medida que se toma con el fin de "facilitar el trabajo de los equipos de emergencia y seguridad".

En su lugar, para todo aquel que quiera acercarse a visitar el volcán, se pondrá a disposición un servicio de lanzaderas de carácter gratuito hasta la Iglesia de Tajuya. Los autobuses saldrán desde el aeropuerto viejo de Buenavista (Breña alta) y partirán cada 20 minutos. Por su parte, el vulcanólogo del CSIC, Vicente Soler, ha explicado en Espejo Público que el riesgo de aparición de nuevas bocas ha aparecido, a la vista de la evolución de los últimos terremotos y el tremor volcánico. "En las últimas 24 horas la sismicidad en profundidad ha disminuido bastante". Al mismo tiempo, ha confirmado el papel de la Luna en las erupciones volcánicas, que "en ningún momento las origina".

Bombas volcánicas

Desde el inicio de la erupción, el volcán ha ido expulsando diferentes elementos desde su interior. Además de la lava, desde las entrañas de la Tierra han salido materiales más sólidos, los piroclastos. De ellos, los más grandes son las bombas volcánicas, de más de 64 milímetros de diámetros.

Son expulsados por el volcán, pueden llegar a ser muy grandes y alcanzar grandes velocidades. Harri Geiger, geoquímico y vulcanólogo del Instituto de Ciencias de la Tierra y Medio Ambiente de la Albers Ludwigs Universität de Friburgo, ha compartido el momento en que uno rueda a gran velocidad. "Como una bola de cañón", dice uno de los testigos del momento.

Sismicidad

Mientras tanto, los niveles de sismicidad en la isla sigue mostrando una alta actividad, con numerosos temblores tanto en profundidades medias (de 10 a 15 kilómetros) y altas (de 20 kilómetros en adelante). Durante esta madrugada se han registrado decenas de seísmos por encima de magnitud 3, mientras que la intensidad máxima registrada está en valores de III-IV. Los expertos no descartan que se lleguen a producir terremotos de intensidad VI. Por otro lado, el tremor volcánico continúa en valores similares a los de la última semana, sin apenas registrar bajadas importantes.