Nuevo capítulo en el rescate de los perros que se encontraban encerrados entre coladas de lava en La Palma. Después de que fueran rescatados la semana pasada por un grupo anónimo que se hacía llamar 'Team A' (Equipo A) un vídeo mostraba a los animales en un refugio, cuya ubicación sigue siendo una incógnita. El vídeo compartido entonces suscitó dudas sobre su autenticidad entre varias asociaciones de animales.

La sorpresa llegaba el sábado cuando finalmente solo se hacía la entrega de uno de los podencos al dueño, un veterano cazador de La Laguna. El perro, de nombre Tendal, no estaba dentro de ese grupo de perros rescatados. Había sido encontrado por guardas rurales esa misma mañana deambulando cerca de unos apartamentos en Todoque. Las labores de búsqueda para Perla y Viruta, sus otros dos podencos, siguen aún en marcha.

Hoy la historia se completa con la confirmación de que los perros rescatados en la misteriosa operación anónima se encuentran bajo custodia oficial del PEVOLCA. Según ha adelantado La Vanguardia, el Colegio de Veterinarios de Canarias ha comunicado en la mañana de este lunes a Sergio García, director general de Derechos de los Animales, que los podencos se encuentran en las dependencias de una casa de acogida de la isla y pendientes de valoración por el Seprona.

Una entrega que se ha realizado a través de una llamada anónima a un equipo de veterinarios. La Guardia Civil continúa mientras tanto investigando la operación de rescate del grupo anónimo en el que podrían estar implicados un cazador, un bombero y un vulcanólogo.

No eran del dueño de la finca

Los animales, intentando huir de las coladas de lava que emitía el volcán de Cumbre Vieja en sus primeras semanas de erupción, acabaron una finca que no estaba vallada. Lo que parece claro es que los perros no eran del dueño del terreno. Se estudia ahora que puedan ser de algún cazador de la zona. Una opción, aunque no descartada, si algo compleja, porque fue una de las primeras zonas en ser evacuadas tras la erupción del 19 de septiembre.

Compleja operación de rescate

Durante varias semanas los expertos valoraron las diferentes vías para rescatar a los perros, que se encontraban rodeados por coladas de lava a altas temperaturas. El Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias (PEVOLCA) consideraba que suponía un riesgo importante el hecho de sobrevolar la zona con helicópteros de la Guardia Civil, tanto por la emisión de gases nocivos como por la temperatura de las coladas.

Tampoco estaba autorizados los bomberos ni las empresas encargadas Volcanic Life y Ticom Soluciones, que se habían encargado de alimentar a los perros mediante drones. Cuando ya se había dado permiso para el rescate con drones a Aerocámaras los técnicos no encontraron a los canes durante los vuelos de reconocimiento de la zona. En su lugar, comprobaron la presencia de huellas humanas.

Un cazador, un bombero y un vulcanólogo se encuentran ahora en el centro de la investigación como posibles sospechosos del rescate. Una operación que se inició en la noche del domingo 17 de octubre usando como vía la primera colada y con la ayuda de una cámara térmica para detectar las zonas de lava más frías, tal y como avanzó AS. Una maniobra que, según Nius, pudo haberse realizado también con equipos de protección y botas ignífugas. 

El conocido como Equipo A habría incurrido en una infracción grave a la ley de seguridad ciudadana, pues el lugar en el que se hallaban los perros se trataba de una zona de exclusión en la que está prohibido el acceso.

Los riesgos de acceder eran varios: en primer lugar, la alta temperatura de la superficie de las coladas, de entre 100 y 120 grados. Y bajo esta, la posible presencia de tubos volcánicos que se pueden romper al paso de una persona. El acceso supone un acto temerario que puede conllevar multa de entre 600 y 30.000 euros.