Alertan del riesgo de escorrentías en La Palma: ¿qué son?
Debido a la previsión de lluvia y a la impermeabilidad de las coladas de lava, la isla se encuentra bajo riesgo de corrientes de agua.
Que haya previsión de lluvia en La Palma supone un riesgo que no se podía dar antes de la erupción de Cumbre Vieja. Debido a la impermeabilidad de las coladas de lava, que llueva en la isla puede dar lugar a escorrentías, es decir, agua que circula libremente sobre la superficie de un terreno, de acuerdo con el Departamento de Seguridad Nacional (DSN).
Así lo alertó el pasado jueves el director técnico del Pevolca, Miguel Ángel Morcuende, que indicó la posibilidad de que se produjeran lluvias débiles, pero que si fueran “un poco abundantes” estaríamos ante un problema de escorrentías, ya que las zonas de malpaís son “bastante impermeables, son plásticas”.
Además, el Pevolca ha recomendado a los vecinos que las cubiertas de los edificios se encuentren limpias antes de que comience la lluvia, con el fin de evitar “una inmediata subida del peso de las cenizas” sobre ellas.
La emergencia se centra especialmente en el municipio de Tazacorte, una de las localidades más dañadas por la erupción, ya que la previsión de lluvia para mañana, sábado 23 de octubre, es del 95%, de acuerdo con la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET).
Las condiciones para la calidad del aire son "razonablemente buenas"
Los últimos datos apuntan que la cifra total de personas desalojadas desde el inicio de la emergencia se aproxima ya a las 6.600, incluidas las evacuaciones preventivas del pasado miércoles. La superficie afectada por la erupción del volcán de Cumbre Vieja asciende a 825,23 hectáreas y según el Catastro ya son 1.196 las edificaciones que han sufrido daños o han quedado totalmente destruidas.
Según el informe del DSN, publicado a las 08:00 horas de hoy, las condiciones son a esa hora “razonablemente buenas” para la calidad del aire, y también lo son las condiciones aeronáuticas en todos los aeropuertos de las Canarias.
Derrumbe parcial del cono principal del volcán
Según el Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan), una parte del cono principal del volcán ha sufrido un derrumbe la mañana de este sábado. La actividad volcánica no se detiene y las coladas de lava continúan avanzando, aunque por ahora son más lentas y viscosas que en los últimos días.
El penacho de gases y ceniza alcanza los 2.800 metros de altura y se dirige al sur, lo que permite, por el momento, el tráfico aéreo en La Palma. Según la última actualización del sistema de observación terrestre europeo Copernicus, la lava ya afecta a 886,6 hectáreas y ha destruido 2.122 infraestructuras. Además, ya son más de 7.000 personas las que han tenido que dejar sus viviendas por la cercanía de la lava.