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Investigan la muerte de 200 personas en el estudio de un fármaco contra la COVID

Las autoridades hicieron uso en el tratamiento de proxalutamida, una droga experimental que se usa para tratar algunos tipos de cáncer.

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Investigan la muerte de 200 personas en el estudio de un fármaco contra la COVID
Jorge Gil - Europa Press - Archivo EUROPA PRESS

Hace meses, la ciudad brasileña de Itacoatiara, se enorgullecía de ser la primera ciudad que gozaría de los beneficios de: "un medicamento estadounidense para el tratamiento del cáncer que funciona de forma excepcional contra la COVID". El grupo Samel, una empresa dedicada a la atención hospitalaria, sería la promotora del uso de este fármaco, según citan algunas fuentes, a petición del alcalde de la ciudad.

Según el plan previsto, la ciudad de Itacoatiara, administraría proxalutamida a todos los pacientes de coronavirus ingresados en los hospitales locales. Este tratamiento sería parte de un estudio realizado por el médico Flávio Cadegiani, con el fin de conseguir un "avance muy importante para la ciudad".

Ahora, la Comisión Nacional de Ética en la Investigación estudia la muerte de 200 personas a las que se les administró esta potente droga, para conocer si el fallecimiento y el consumo de este compuesto están directamente relacionados.

El caso de Zenite Gonzaga

Según narra El País en su artículo, Zenite Gonzaga Mota, una mujer de 71 años de edad, empezó a presentar síntomas de COVID, y tras un agravamiento de este cuadro, decidió acudir a urgencias, donde la convertirían en una paciente experimental. A Zenite se le empezó a administrar proxalutamida, un elemento farmacológico que se usa en estados unidos para tratar algunos cánceres, pero que no se encuentra registrada en Brasil.

Además de esta potente droga, la paciente también recibió dosis de otras medicinas científicamente clasificadas como ineficaces en tratamientos contra la COVID. Según familiares de la mujer, durante el tratamiento nadie realizó ningún seguimiento de la evolución del estado de Zenite, que mostraba secuelas tales como un ritmo cardíaco muy acelerado, hematomas en extremidades y diarrea. Nadie explicó a la familia que se trataba de un proceso experimental, solo se les hizo firmar unos documentos.

Zenite falleció el 13 de Marzo, tras varios intentos de trasladarla al hospital de Manaos, la capital de la región. Ahora, la familia ha interpuesto una denuncia para aclarar las circunstancias en las que murió la paciente que, según afirman los familiares, llegó al hospital en un más que aceptable estado de salud.

La investigación

Pese a que la comisión llegó a autorizar el uso de este fármaco en enfermos de coronavirus, jamás lo hizo para el número de personas en las que se probó, ni tampoco en pacientes muy graves como así se realizó. Ahora, la CONEP busca relación entre este experimento y 200 decesos ocurridos en la zona a causa del virus.

El pasado 9 de octubre, investigadores de la UNESCO señalaron este suceso como "uno de los más graves en cuanto a infracción ética" y exigen responsabilidades legales inmediatas ante los participantes de un proceso que podría haberle costado la vida a 2 centenares de seres humanos.