La fajana, formada a causa de la entrada de lava en el mar, corre serio riesgo de derrumbe. Ésta, que ha arrasado más de 40 hectáreas en apenas 24 horas, podría provocar una gran liberación de gases e incluso explosiones hidromagmáticas en caso de que continúe y entre en contacto con las profundidades del agua.

A un kilómetro de esta fajana, según informa el diario 'El Dia', se ha depositado el material expulsado por el volcán paralela a la colada principal. Una lava que ya ha arrasado casi 600 hectáreas después de que el volcán entrase en erupción y que ha afectado especialmente a edificaciones y a diversos tipos de plantaciones.

Tras 21 días de erupción del volcán de La Palma, el flanco norte se derrumbó el pasado viernes, según ha comunicado el Instituto Volcanológico de Canarias, hecho que se produjo el mismo día en el que se derrumbó la cara norte del cono de la erupción del nuevo volcán de La Palma.

Este derrumbe parcial de la cara norte del cono del nuevo volcán llevó la emisión de coladas en varias direcciones, una de las cuales ha generado preocupación por desplazar una importante masa de lava. Desde el Instituto Geológico y Minero de España, afirmaron que "tras romperse la pared norte del cono principal, comenzó a salir un río de lava que transporta bloques de tamaño equivalente a una casa de 3 plantas".

La asociación Volcanes de Canarias, formada por geólogos y aficionados ala vulcanología y que colabora con las autoridades en La Palma, ha advertido que el volcán está ahora en una fase con explosiones "altamente ruidosas, energéticas y sostenidas". Esto ha provocado que durante la noche se repitieran vibraciones en el suelo, vehículos y cristales en un radio de seis kilómetros desde el cono. Este fenómeno, destacan, no se había observado hasta ahora. Precisamente, una de estas coladas ha destruido lo poco que estaba en pie en Todoque, según ha confirmado este domingo el Instituto Volganológico de Canarias (Involcan). Esta colada avanza con una tempera tura que alcanza hasta los 1.240°C.

El dióxido de azufre emitido no baja

¿Cuánto más podría durar la erupción? Es una de las grandes preguntas para la que todavía no hay respuesta clara. Eso sí, no será menos de dos semanas, según ha confirmado Nemesio Pérez (Involcan), encargado de vigilar la cantidad de dióxido de azufre que emite el volcán.

Este es uno de los indicadores que puede decir el tiempo que le queda. A día de hoy está entre 4.000 y 5.00o toneladas diarias. "Registramos esta cantidad, y hasta que lleguemos a 100 o 50 toneladas queda mucho camino. No se vislumbra a corto plazo, unas dos semanas, el final de este proceso eruptivo", explica a Radio Televisión Canaria.

 Se retoman los vuelos

La aerolínea canaria Binter ha reanudado los vuelos desde ayer por la tarde, añadiendo además nuevos horarios, que puedes consultar aquí. "El Aeropuerto de La Palma recupera la operatividad", indicó el operador aeroportuaria AENA, agregando que continuaban "las labores de limpieza en las zonas que aún no están operativas". Tras 48 horas de cierre por la ceniza, vuelve la normalidad a los vuelos.

Destrucción de edificios y cultivos

La erupción del volcán no ha causado ninguna víctima, pero sí ha dejado graves daños y provocado la evacuación de 6.000 personas, algunas de las cuales perdieron todas sus pertenencias por la lava. Las coladas destruyeron más de 1.100 edificios y han cubierto una superficie de 480 hectáreas, según las autoridades, con datos hasta la noche.

La nueva colada

El director técnico de COVELCA (Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias), Ángel Morcuende, indicó que el desbordamiento de la parte baja de la colada ha continuado su avance y amenaza una zona industrial. "Tenemos una tercera colada más al sur, que se está pegando a la colada principal y que ahora es la que más nos preocupa", señaló, agregando que hay una "masa de lava importante".

Los expertos advierten además del riesgo de que la lava que ha llegado al mar, y que ha formado una capa de 32 hectáreas, colapse al haber superado los límites de la plataforma de la isla.

El nuevo ramal de la colada "ha dañado principalmente la zona agrícola, que ya alcanza las 120 hectáreas de cultivos, la mitad de ellas de plataneras (59,39 ha), seguido por viñas (33 ha) y aguacate (7,39 ha), entre otros".

De hecho, sigue sin llegar al mar, está parada, pero está aumentando su espesor porque "está cargando masa y en cualquier momento cogerá inercia por el peso y avanzará" hacia el agua, ha comentado el director técnico del Plan de Emergencia Volcánica de Canarias (Pevolca), Miguel Ángel Morcuende.

El suelo del mar es inestable, y esa es ahora la otra preocupación en torno a la erupción. La plataforma costera de La Palma es escasa, al ser una isla joven, y tiene una profunda pendiente hacia el fondo marino, en el que se han depositado sedimentos a lo largo del tiempo geológico y sobre ellos está cayendo la colada de lava, es decir, que se asienta sobre un área "que no tiene estabilidad y puede moverse en cualquier momento".

El volcán: "zona de guerra"

Según cuenta en El País el geólogo de la Unidad Militar de Emergencias Raúl Pérez, “la Unidad Militar de Emergencias lleva sensores de guerra química, para detectar atmósferas que puedan ser tóxicas, sin oxígeno o corrosivas. Y eso es exactamente lo que provoca un volcán. Por eso lo llamamos zona de guerra”.

Siguen los seísmos

Hace apenas unas horas se han vuelto a registrar seísmos en La Palma, concretamente en El Paso, de magnitud 3.3 y a 11 km de profundidad. Con menos de 10 minutos de diferencia se ha registrado otro seísmo en la misma zona, éste más profundo, a 42 km.