En la mañana de este lunes se ha producido un inesperado cambio en la erupción del volcán de Cumbre Vieja, en La Palma, que comenzó el pasado domingo 19 de septiembre. Sobre las 09:30 horas, el volcán ha cesado repentinamente su actividad durante dos horas. “En las últimas horas el tremor volcánico ha casi desaparecido, así como la actividad explosiva estromboliana”, ha señalado también el Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan). Sin embargo, después, la lava, el humo y las cenizas han vuelto a brotar del cono principal.

Pedro Hernández, portavoz de Involcan, ha reconocido esta mañana a TVE que esta pausa les ha “sorprendido muchísimo” porque las medidas de emisión de gas recogidas durante los últimos días “seguían siendo muy altas” y “para nada indicaban que este proceso iba a parar de golpe”.

Por su parte, Nemesio Pérez, coordinador científico de la entidad, ha asegurado que valorarán la situación en un comité científico que se realizará en las próximas horas. “En un proceso activo como este, los parones cortos no son para hacer un análisis rápido. Si dijéramos que lleva parado una semana, sería otra cosa, pero aún no sabemos qué significa ese parón de actividad, con tan poco tiempo”, ha aclarado. Asimismo, ha sostenido que “los parones son habituales en estos procesos”.

Las cuatro causas que podrían explicar este ‘apagón’

A lo largo del día, se realizarán vuelos de reconocimiento sobre el terreno para comprobar qué está ocurriendo, pero los expertos ya han planteado cuatros escenarios posibles de lo que puede suceder tras este ‘apagón’ momentáneo del volcán. El más probable es que el magma se esté desplazando hacia el sur, trasladando la actividad volcánica en dirección a Fuencaliente. De hecho, esta mañana se han registrado 16 seísmos al norte de esa zona, el mayor con una magnitud de 3,2 grados, según el Instituto Geográfico Nacional (IGN).

A continuación, hay tres opciones que son menos probables, pero que no se pueden descartar. La primera de ellas es que se trate de un parón para la recarga de la cámara magmática y la vuelta posterior a la erupción. En segundo lugar, también se puede haber producido un tapón en el conducto, lo que podría desembocar en la erupción y creación de una nueva boca. Estos dos escenarios no gustan a los expertos, mientras que el último sería el más optimista, pero también el menos probable: que el ciclo eruptivo del volcán se esté terminando y esa su final definitivo.