La vacuna española desarrollada por Hipra contra la COVID-19, que comenzó a probarse en humanos el pasado mes de septiembre, continúa avanzando a pasos agigantados y, si todo va como está previsto, podría empezar a producirse el mes que viene para su comercialización. Según informa elEconomista, la compañía espera fabricar hasta 800 millones de dosis durante 2022 para aumentar la producción a 1.200 millones el año siguiente.

Asimismo, Hipra prevé probar su fármaco como dosis de refuerzo en España en octubre y buscará países donde la vacunación se ha desarrollado durante el primer semestre del año para hacer lo mismo. Por su parte, en los países con menos recursos se administrará desde el principio.

La compañía confía en que su suero sea esterilizante y sepa adaptarse a las nuevas variantes. “En un período de cuatro meses, más o menos, podríamos readaptar la configuración para luchar contra futuras variantes que puedan surgir de la COVID-19”, señala Toni Maneu, director médico de Salud Humana en la compañía.

Los ensayos están yendo “muy bien”

Diana Morant, ministra de Ciencia e Innovación, destacó el pasado viernes que el ensayo clínico en humanos puesto en marcha está “resultando muy bien” y confirmó que, “si todo va bien, la empresa ha anunciado que comenzará su producción en octubre y a principios del año que viene podría estar comercializándose”. “El Gobierno de España ha acompañado a HIPRA desde el primer momento, tanto facilitando información científico-técnica, como en materia de normativa y también económicamente para que a día de hoy tengamos ya una vacuna española”, señaló en una entrevista con RNE.

La historia de Hipra

Hipra explica en su página web que lleva más de 50 años ayudando a “prevenir enfermedades animales y humanas, desarrollando vacunas y soluciones biotecnológicas altamente innovadoras”. Natural de la provincia de Amer (Girona), la empresa se encuentra en el top diez de las multinacionales de vacunación animal, según recoge El País, y ahora quiere contribuir en la lucha contra la pandemia de COVID-19 creando su vacuna para humanos.

Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, nunca ocultó su confianza en los profesionales de Hipra. “Esperemos que España tenga pronto su propia vacuna, y vemos en Hipra, en las dos vacunas que estáis trabajando, uno de los proyectos más esperanzadores, y quiero trasladaros que el Gobierno de España va a apostar por vosotros”, manifestó el 16 de abril cuando visitó la compañía, que cuenta con 2.000 empleados, 39 filiales internacionales y una facturación de más de 300 millones de euros. Pero lo que más llamó la atención de Sánchez fueron los más de 30 millones de euros que Hipra asegura invertir en Investigación y Desarrollo (I+D).

Hipra es el acrónimo de Hidalgo y Prado, un laboratorio fundado en Madrid que en 1971 adquirió la familia Nogareda para obtener la licencia farmacéutica veterinaria que tardaba en llegarles debido a los requisitos de la burocracia franquista, según explica Joan Nogareda, químico, farmacéutico, veterinario y presidente de honor de Hipra, en una entrevista para el libro Capitans de la industria. Al final, Joan decidió seguir creciendo en Amer, su tierra natal. Actualmente, su hijo David Nogareda es el presidente y su hija María del Mar Nogareda, la directora general. La familia tomó el control mayoritario de Hipra en 1991.