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¿Por qué la vacuna de Moderna protege más que la de Pfizer?

La eficacia del fármaco Pfizer contra la hospitalización cae del 91% al 77% a los cuatro meses de la segunda dosis, algo que no pasa con el de Moderna.

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¿Por qué la vacuna de Moderna protege más que la de Pfizer?
Mike Segar REUTERS

Con el fin de fomentar la vacunación contra la COVID-19 para controlar la pandemia, las autoridades sanitarias de todo el mundo han insistido en que todas las vacunas desarrolladas hasta ahora, especialmente las basadas en ARNm (Moderna y Pfizer/BioNTech) son prácticamente igual de efectivas, especialmente con lo que no importa cuál nos administremos. Sin embargo, no es así. “Nuestra suposición inicial es que las vacunas de ARNm funcionan de manera similar, pero luego se empieza a ver una separación. No es una gran diferencia, pero es consistente”, explica en The New York Times Natalie Dean, bioestadística de la Universidad Emory en Atlanta.

Mayor eficacia de Moderna contra las hospitalizaciones

El pasado viernes, los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de EEUU (CDC) publicaron una investigación en la que se reflejaba que la vacuna de Moderna era eficaz en un 93% contra las hospitalizaciones, mientras que la de Pfizer mostraba una efectividad del 88%. Además, los científicos observaron que la eficacia de este último fármaco comienza a disminuir de manera más pronunciada que la de Moderna, y a partir del cuarto mes de haber sido administrada su segunda dosis se sitúa en el 77%, frente al 91% inicial.

Asimismo, aunque en un principio mostraron una eficacia similar (95% para Pfizer-BioNTech y 94% para Moderna), la realidad mostró algo distinto. Varios estudios realizados Qatar o Minnesota entre trabajadores de la salud, veteranos hospitalizados o población general revelaron que la eficacia de Moderna contra un diagnóstico grave de la COVID-19 oscilaba entre el 92% y el 100%, mientras que la de Pfizer disminuía entre 10 y 15 puntos porcentuales.

Ambos fármacos vieron reducida su efectividad con el paso tiempo, especialmente tras la llegada de la variante Delta, más contagiosa, pero los valores de la vacuna Pfizer/BioNTech cayeron más bajos. En dos de los estudios recientes, la vacuna de Moderna obtuvo mejores resultados en la prevención de enfermedades en más de 30 puntos porcentuales. Además, otras investigaciones descubrieron que los niveles de anticuerpos producidos por el suero de Pfizer eran de un tercio a la mitad de los producidos por Moderna.

John Moore, virólogo de Weill Cornell Medicine en Nueva York, opina que es una disminución trivial. “A modo de comparación, hay una diferencia de más de 100 veces en los niveles de anticuerpos entre individuos sanos”, argumenta. En cambio, otros expertos reconocen que hay una diferencia que debería estudiarse, al menos en las personas cuyo sistema inmunitario podría responder peor a las vacunas. “Al final del día, creo que hay diferencias sutiles, pero reales, entre Moderna y Pfizer. En poblaciones de alto riesgo podría ser relevante. Sería bueno si la gente mirara de cerca”, señala Jeffrey Wilson, inmunólogo y médico de la Universidad de Virginia en Charlottesville.

¿Por qué sucede esto?

Los expertos que no creen que exista una diferencia real argumentan que, por ejemplo, la vacuna de Pfizer comenzó a administrarse semanas antes que la de Moderna para grupos prioritarios: adultos mayores y trabajadores de la salud. Dado que la inmunidad disminuye más rápidamente en las personas mayores, una disminución observada en un grupo formado principalmente por ellas puede dar la falsa impresión de que la protección de que el suero de Pfizer disminuye rápidamente.

Por su parte, los que sí consideran que existen variaciones, aseguran que estas pueden deberse a diversos factores. En primer lugar, las vacunas difieren en su dosificación y en el tiempo entre la primera y la segunda dosis. Mientras Pfizer optó por 30 microgramos y 21 días de diferencia, el suero de Moderna se administra en 100 microgramos en un periodo de 27 días entre ambas inyecciones. El doctor Paul Burton, director médico de Moderna, sugiere que esta semana adicional puede permitir que las células inmunes tengan más tiempo para proliferar antes de la segunda dosis. “Tenemos que seguir estudiando esto y hacer más investigaciones, pero creo que es plausible”, manifiesta.

En cualquier caso, las dos vacunas son altamente eficaces contra las enfermedades graves y la hospitalización, insiste Moore, especialmente en personas mayores de 65 años. Cuando se crearon, los expertos esperaban que su eficacia fuera del 50% o 60%: “Todos lo hubiéramos visto como un gran resultado y estaríamos contentos con él”. Por ello, los porcentajes reales son fantásticos para ellos.