Este domingo se juega el futuro de Alemania. Más de 60 millones de ciudadanos germanos votarán el futuro del país, en el que será el adiós de Angela Merkel tras 16 años de Gobierno. La jornada dominical ha comenzado con el error, precisamente, de su sucesor en el partido, Armin Laschet.

El candidato conservador a la Cancillería, al ir a insertar su voto en la urna, ha doblado la papeleta de una forma que ha dejado ver algunas de sus votaciones. De acuerdo con la ley electoral alemana, esto podría haber implicado la anulación del voto. En la papeleta se puede ser, por la forma del pliego de la misma, que Laschet había marcado dos equis que corresponden a la coalición Unión Democrática Cristiana (CDU) - Unión Social Cristiana (CSU), que lidera él mismo.

El voto en Alemania, como en muchos otros países, es secreto, por lo que según la Comisión Electoral del país, debería ser considerado nulo, informa la televisión pública ARD. "Se debe doblar de forma que su voto no sea reconocible", señalan.

El voto sí es valido

Pese a la polémica, el voto de Laschet fue finalmente admitido. El presidente de la Comisión Electoral alemana, Georg Thiel.  "Sí, es válido", aseguró Thiel en declaraciones a la cadena de noticias ntv tras haberse referido ya antes vía Twitter a este error, que debería haber subsanado el presidente de la mesa no permitiéndole introducir la papeleta en la urna y habiéndole entregado una nueva para volver a emitir su voto, esta vez en secreto.

La normativa electoral es clara al respecto, agregó. No obstante, si la papeleta llega a ser introducida en la urna, como ha sido el caso, ya no puede ser desechada y "por lo tanto es válida", explicó.