Un vulcanólogo del CSIC explica lo que ocurrirá cuando la lava llegue al mar
Vicente Soler, vulcanólogo del CSIC, ofrece a AS con junto al volcán todas las claves de la erupción en La Palma.
La erupción del volcán de La Palma continúa muy activa, registrando fuertes explosiones que han asombrado a vecinos y turistas desplazados a la isla para presenciar el fenómeno. Actualmente, una de las lenguas de lava se ha detenido, mientras que la otra avanza lentamente ladera abajo hacia el mar, un lugar donde todavía no está claro si llegará. Por otro lado, en las últimas horas una fuerte explosión originó una tercera colada de lava.
Uno de los expertos que ha estado siguiendo el volcán de La Palma de cerca, muy pegado a él, es Vicente Soler, vulcanólogo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), que ha atendido a As para explicar la actualidad del volcán, cómo se inició el proceso y qué se espera de cara al futuro.
Pregunta: ¿Cómo surge el volcán?
Respuesta: Haciendo un poco de historia, esto comienza en octubre de 2017 con una pequeña sismicidad a 20 kilómetros de profundidad. Se repiten estos enjambres de forma discreta durante 2018-2019 y el 11 de septiembre de 2021 aparece esta sismicidad a 10 kilómetros de profundidad. Es decir, el magma encuentra un conducto que le permite ascender de forma silenciosa, sin sismicidad. Este día se produce el primer enjambre, poco al sur de donde está el volcán, el esfuerzo sísmico va empujando el magma que avanza hacia el norte y a profundidades más superficiales, de forma que rompe del 11 al 19, cuando a las 15:10 horas se inicia el proceso.
P. ¿Ha salido la lava por un sitio inesperado?
R. La sismicidad que, corre a cargo del IGN, apuntaba a que el magma se estaba desplazando hacia el norte y la superficie. De hecho, el propio domingo a las 10:00 horas la mañana hubo un seísmo de unos 4 grados de magnitud que es el que realmente le abre el camino al dique que alimenta el volcán en los tres últimos kilómetros. Cinco horas después se produce la erupción.
P. ¿Cuántas bocas tiene el volcán?
R. La erupción comienza con una única salida. Se abren hasta siete o nuevo bocas que rápidamente confluyen en dos o tres. Lo importante a reseñar es que el entorno eruptivo es el mismo y es importante que siga así. Da igual que una boca se abra 50 metros adelante o atrás, el canal lávico por el que fluye de momento se mantiene.
P. ¿En qué punto está el volcán?
R. Hay que destacar que el frente de colada que está frente a la iglesia de Todoque está casi detenido porque todo el esfuerzo se está yendo en lo que llaman la colada sur, que no es otra cosa que un divertículo de la colada principal que parece que avanza a unos 10 metros. Esta va a seguir bajando. Si no es capaz de entroncar con el flujo principal, no lo alimentará y ella seguirá su curso buscando el mar.
P. Hemos visto a los bomberos intentar reencauzar la colada hacia un barranco. ¿Es posible?
R. La lava es un fluido no newtoniano, con lo que a pequeñas pendientes le cuesta responder. Por supuesto que a grandes pendientes responde fácilmente y se puede encauzar, pero tiene que ser un barranco de unas dimensiones mínimas. En este caso, la idea es hacer un ‘barranquillo’ para que no afecte a la iglesia. Conforme el magma es más viscoso y se va enfriando es más difícil, aunque existe la posibilidad.
P. ¿Se sigue barajando la posibilidad de que la lava llegue al mar?
R. En una isla como esta, que tiene pendientes tan pronunciadas hacia el mar, el escenario probable siempre es que llegue al mar. Que haya o no flujo de lava suficiente para hacerlo es otra cosa, porque conforme la colada va ocupando más superficie le cuesta más avanzar. Amén de que, al enfriarse un poco, se va haciendo más viscosa y se centra más en crecer que en avanzar.
P. ¿Qué ocurriría si entrara en contacto con el mar?
R. Básicamente, se produce una gran columna de vapor de agua y el avance es prácticamente igual que en tierra. Es decir, la parte fría se rompe y se desprende por el empuje de la parte caliente y va rellenando el fondo creando una plataforma.
P. ¿Qué nos puede contar del tipo de erupción?
R. Comenzó a las 15:10 horas con una explosión que alertó a todos. La lava vino a continuación, de forma que hubo el tiempo necesario para desalojar y evacuar la zona debidamente. La noche del domingo, era una auténtica fuente de lava más que una erupción estromboliana. Pasadas las horas, sí adquirió sus pautas características que se caracteriza por una actividad rítmica. A día de hoy, la actividad es fuerte porque la deformación del terreno permanece intacta, es decir la presión en el sistema de alimento al volcán es muy grande.
P. ¿Cuánto puede durar una erupción como esta?
R. Involcan está tratando de determinar en base al SO2 (dióxido de azufre) una estimación del volumen que hay en juego. A partir de ahí se podrá decir algo. De momento estamos en el cuarto día y ninguna erupción de La Palma ha durado menos de 24. Si dura menos sería la excepción.
P. ¿Qué siente a nivel personal con este fenómeno?
R. Siempre es una sensación agridulce por el drama de los daños materiales, en especial las viviendas que uno construye durante toda su vida. El fenómeno en sí merece la pena, pero nunca a coste de ese daño material. Afortunadamente, no hay que lamentar daños humanos.
P. ¿Qué opina de las críticas sobre la ubicación de las casas en las islas Canarias?
R. Las islas son totalmente volcánicas y esta parte es de volcanismo reciente. En mi opinión, lo que ocurre es que aquí, lamentablemente, el periodo de erupción es de unos 40 años y eso es mucho tiempo. Si fuera mas corto, el recuerdo sería más inmediato y se evitarían las zonas de riesgo. Pero eso pasa aquí, en torno al Vesubio y en cualquier sitio con volcanes que tienen un ritmo de erupción lento.
P. ¿Hemos aprendido algo de esta nueva erupción?
R. Desde el punto de vista científico, esta es la primera erupción que se monitoriza debidamente, con el instrumental adecuado. En 1949 y 1971 no pudo ser, con lo que es una experiencia que servirá para las siguientes. La sorpresa ha sido la rapidez con la que se ha desencadenado el fenómeno, pero no hay otra forma de aprender que con el error.