El impacto de la pandemia en muchos países, toda vez que las vacunas se van inoculando entre la población, se está viendo reducido a niveles más bajos. Las incidencias vuelven a caer y, todavía más importante, son menos las muertes e ingresos en hospitales a causa de la COVID. Un hecho al que han ayudado las vacunas, reduciendo el número de casos más graves al enfermar.

El fin, no obstante, todavía parece algo lejano, pues este reparto de vacunas no está siendo equitativo a nivel mundial, como ya ha advertido en alguna ocasión la Organización Mundial de la Salud (OMS). El director ejecutivo de una de las compañías farmacéuticas, Moderna, ha hecho su pronóstico de cuando se podría acabar la pandemia. Stéphane Bancel, en una entrevista al medio suizo Neue Zuercher Zeitung, vaticina que podría acabar en un año.

Mayor ritmo de producción

Para hacer esta estimación, el CEO de Moderna tiene en cuenta el incremento en la actividad productiva de las vacunas contra la COVID. "Si se tiene en cuenta la ampliación de las capacidades de producción de toda la industria en los últimos seis meses, a mediados del año que viene debería haber suficientes dosis para que todos los habitantes de la tierra puedan ser vacunados", explica.

El director de la farmacéutica estadounidense asegura que podría dar, incluso, para inmunizar con una dosis adicional de refuerzo "en la medida necesaria". Y valoró también la posibilidad, más pronto que tarde, de inmunizar a los más pequeños, cuya autorización todavía no está disponible.

Inmunidad por contagio

Asimismo, Bancel considera que aquellos que no se vacunen llegarán a la inmunización por la vía del contagio, "de forma natural, porque la variante Delta es muy contagiosa. De este modo, llegaremos a una situación similar a la de la gripe. Puedes vacunarte y pasar un buen invierno, o no lo haces y te arriesgas a enfermar y posiblemente acabar en el hospital". Así, asegura que el final de esta pandemia podría llegar dentro de un año. "A partir de hoy, en un año, supongo", sentencia.