Alemania lleva una semana conmocionada. Un joven estudiante, de 20 años, compagina su carrera trabajando en una gasolinera. Hace una semana, un cliente que quería comprar cerveza se enfadó por ser recriminado por no llevar la mascarilla. Le disparó varias veces hasta que murió al instante.

El presunto asesino, un hombre de 49 años y natural de Idar-Oberstein (oeste), arrestado de manera provisional, declaró a la policía que no respeta las medidas sanitarias individuales ni las restricciones destinadas a combatir la epidemia de coronavirus.

Respuesta política

"Como sociedad, tenemos que oponernos de manera resuelta al odio. El autor de la infracción debe ser castigado con severidad", agregó el candidato socialdemócrata a la cancillería, Olaf Scholz, posible sucesor de Angela Merkel.

Así preparó el asesinato

El estudiante de 20 años estaba en su puesto de trabajo, el hombre entró a comprar cerveza, pero él se negó a atender al cliente porque no llevaba puesta una mascarilla higiénica. Enfadado, el hombre se marchó dejando las cervezas en el mostrador. Regresó una hora y media después portando esta vez una mascarilla, pero se la quitó para provocar una reacción del cajero.

Después de que el joven le pidiera de nuevo que se la pusiera correctamente, el cliente sacó un revólver del bolsillo y le disparó, matándolo en el acto, precisó la policía. El sospechoso se presentó al día siguiente en la comisaría.