Sealand es un pequeño principado situado a 12 kilómetros de la costa de Reino Unido, cerca de la ciudad de Ipswich y de la localidad costera Felixstowe, en el sureste del país, y se trata del país más pequeño del mundo, según afirma un reportaje de El País.

Y no es para menos, porque Sealand es tan solo un trozo de metal, una plataforma marina, con un par de edificios encima. Y grúas. Todo esto en 500 metros. De acuerdo con la BBC, para llegar al Principado de Sealand será necesario “desafiar el azote del viento y el rugir de las olas mientras una grúa eleva a las personas”.

Segunda Guerra Mundial

La historia de Sealand se remonta a 1942, cuando el ejército británico construyó estas plataformas para poder defenderse de ataques aéreos durante la Segunda Guerra Mundial. Tras esta, la posición de Sealand era muy valiosa para instalar emisoras pirata, y sufrió una serie de abordajes durante casi 10 años.

Hasta que apareció la figura de Patrick Roy Bates, excomandante de la Marina, que tomó la plataforma y declaró la fundación del Principado de Sealand: cualquiera que quisiera entrar sin autorización, sería visto como un acto hostil. En 1975 los Bates redactaron la Constitución, establecieron una moneda propia, elaboraron un himno y diseñaron una bandera, y hasta tiene sus propios equipos deportivos.

Visita de un diplomático alemán

Y es que Sealand llegó a recibir a un diplomático alemán. Un abogado teutón había comprado un pasaporte de Sealand y exigía ser el primer ministro de la plataforma marina. Así, el abogado intentó tomar Sealand, pero fracasó en su propósito y allí mismo fue detenido bajo una fianza de 75.000 marcos alemanes (en torno a 35.000 dólares de la época). Un diplomático de la Embajada en Londres se desplazó a Sealand para negociar la liberación del abogado.

Michael, el hijo de Bates, afirma que hoy en día llegan a la web “centenares” de solicitudes para adquirir pasaportes y otros souvenirs, pero que el producto más demandado es el título de Lord y de Lady: por 36,99€ es posible ser un noble en Sealand, el país más pequeño del mundo.