¿Por qué Mahou se llama así? La historia de los hijos de Casimiro y la fábrica de la calle Amaniel
Te contamos cómo la familia de Casimiro Mahou fundó este exitoso negocio en 1890, que comenzó como una fábrica de hielo y cerveza, tras su muerte.
Mahou ha acompañado a los amantes de la cerveza durante 131 años, pero pocos conocen el origen de esta empresa familiar, que se remonta a comienzos del siglo XIX. En aquel momento, Casimiro Mahou, de ascendencia galo-germana, llegó a Madrid para montar su propio negocio. Allí se casó con la madrileña Brígida Solana y comenzó su andadura profesional. “El primer negocio de Casimiro Mahou se llamó Las Maravillas, una fábrica de papeles pintados fundada con su socio Santiago Ballesteros. Lograron democratizar este producto y fueron proveedores de la Casa Real y de numerosos cafés de la época”, explica en ABC Alejandro Sanchís, responsable del archivo histórico de Mahou.
Sin embargo, en 1857, el empresario abandonó este proyecto y adquirió la finca de Amaniel, donde instaló una fábrica de pinturas y barnices, Arco Iris. Pero su verdadero deseo era hacer cerveza, “y se lo inculca a su mujer y a sus hijos: Alfredo, Luis, Enrique y Carolina”. Por ello, tras su fallecimiento en 1875, la familia se adentró de pleno en el mundo cervecero. “Casimiro había dejado los deberes bien hechos para que pudieran cumplir ese sueño”, aclara el documentalista.
La historia de la Mahou actual comienza en 1890
Alfredo Mahou Solana, el mayor de los cuatro hijos, viajó por gran parte de Europa y conoció al alemán Konrad Stauffer, primer maestro cervecero de Mahou. Finalmente, en 1890, se funda Hijos de Casimiro Mahou,que nació como una fábrica de hielo y cerveza. “Desde su apertura, la primera fábrica de Mahou en Amaniel 29 fue un hervidero de ocio: se vendía cerveza, se tomaban cañas en su popular terraza y hasta se representaban obras de teatro”, detalla la página web de Mahou.
Con el paso de los años, la compañía fue progresando exponencialmente. En 1957, había pasado a denominarse Mahou S.A. y en los años 60 se compran las instalaciones en el Paseo Imperial porque la capital española se agrandaba y Amaniel no lograba satisfacer la creciente demanda. También supuso el paso de la madera al metal en los barriles. No obstante, la antigua fábrica se mantuvo como centro logístico hasta su venta a la Comunidad de Madrid. Actualmente, se encuentra en esta ubicación el Museo ABC.
En busca de seguir creciendo, la compañía se trasladó en 1993 a la fábrica de Alovera, en Guadalajara, “que aún hoy es una de las mayores fábricas de cerveza en Europa”. Así, ha logrado convertirse en “la familia cervecera española más premiada del mundo por los certámenes cerveceros internacionales más prestigiosos”.
Cervezas
La fórmula de la cerveza Mahou ha ido variando ligeramente a lo largo de la historia, aunque los ingredientes son los mismo: agua, cebada malteada, lúpulo y levadura. “El agua es el ingrediente más importante y en la levadura es donde está el secreto”, subraya Alejandro Sanchís. Y es que la compañía ha logrado multitud de sabores diferentes en sus bebidas, separadas en diversos grupos:
Con el fin de que cada consumidor pueda encontrar su cerveza ideal, la compañía facilita en su página web ‘La brújula de cervecistas’, una herramienta que “ayuda a entender por qué unas cervezas nos gustan más que otras”. “Con ella resulta más fácil elegir entre las cervezas que no conocemos y acertar de lleno con las preferencias de cada particular”.
Relación con el deporte
La vinculación de Mahou con el deporte nació en 1909 con la creación del Club Sportif, primer club para el fomento e implantación del Atletismo de España. A partir de aquí, la compañía ha estado estrechamente relacionada también con el mundo del fútbol, patrocinando a diversos clubes, tanto de la capital como de fuera: Real Madrid, Atlético de Madrid, Getafe, Leganés, Rayo Vallecano, Real Oviedo, Alcorcón, Sporting de Gijón y Albacete.
Asimismo, Mahou Cinco Estrellas organiza el famoso ‘Partido de las Estrellas’, un torneo que ofrece la posibilidad de jugar al fútbol con los amigos en un estadio de primer nivel. “Después del partido, habrá un tercer tiempo en el césped con cerveza, catering y muchas sorpresas más”, expone la empresa.