Uno de los tres estudios principales de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos ha calculado las posibilidades de morir de COVID de los no vacunados respecto a los vacunados.

Así, según la investigación, las personas que no han sido inoculadas tenían 11 veces más probabilidades de morir debido al patógeno. El trabajo también destaca la eficacia de las vacunas en medio de la propagación de la variante Delta, altamente contagiosa.

Moderna

El segundo análisis mostró que el remedio de Moderna fue moderadamente más efectivo para prevenir hospitalizaciones que los fármacos de Pfizer-BioNTech y Johnson & Johnson. Para ello, analizaron a 32.000 pacientes atendidos en hospitales, servicios de emergencia y clínicas de atención de urgencia en nueve estados del país desde junio hasta principios de agosto.

Si bien las tres vacunas colectivamente tuvieron un 86% de efectividad para prevenir la hospitalización, la protección fue significativamente mayor entre los receptores de Moderna (95%) que entre los que recibieron Pfizer-BioNTech (80%) o Johnson & Johnson (60%). 

ARN mensajero

Por último, el tercer estudio analizó la efectividad de las dos vacunas de ARNm (Pfizer-BioNTech y Moderna) entre personas hospitalizadas en cinco hospitales en Atlanta, Nueva York, Houston, Los Ángeles y Palo Alto, desde el 1 de febrero al 1 de agosto. 

La investigación mostró que estas vacunas de ARNm eran un 87% efectivas en la prevención de hospitalizaciones y seguían siendo altamente efectivas incluso durante el predominio de la variante Delta. La eficacia en la prevención de hospitalizaciones se redujo al 80% entre las personas de 65 años o más, en comparación con el 95% entre las personas de 18 a 64 años.