Un grupo de militares de Guinea-Conakry ha protagonizado este domingo un golpe de Estado en el país africano y afirman haber capturado al presidente Alpha Condé. A través de un vídeo enviado a los medios, aseguran también haber disuelto las instituciones de la nación.

"Guineanos y guineanas, queridos compatriotas. La situación sociopolítica y económica del país, la disfunción de las instituciones republicanas, la instrumentalización de la justicia, la falta de respeto de los principios democráticos, la politización de la Administración pública, la pobreza y la corrupción endémicas han llevado al Ejército republicano de Guinea a asumir su responsabilidad frente al pueblo soberano de Guinea en su totalidad".

"Tras haber detenido al presidente, que está ahora mismo con nosotros, hemos decidido disolver la Constitución en vigor, disolver las instituciones y el gobierno y el cierre de las fronteras terrestres y aéreas. Llamamos a nuestros hermanos de armas a la unidad para responder a las aspiraciones legítimas del pueblo de Guinea, les invitamos a quedarse en sus cuarteles y a continuar con sus actividades, no cometamos los errores del pasado", señaló en la declaración el teniente coronel Mamady Doumbouya, responsable de las Fuerzas Especiales de Guinea-Conakry.

Desmentido

Sin embargo, el Ministerio de Defensa de Guinea-Conakry aseguró que habían logrado repeler el ataque contra la presidencia. Según algunos residentes, durante toda la mañana de hoy la capital ha sido un constante intercambio de disparos en medio de una gran presencia de soldados en las calles. 

Condena

Antonio Guterres, secretario general de Naciones Unidas, condenó a través de sus redes sociales el golpe, al que denominó "toma del poder por la fuerza del fusil". Mientras, el opositor Frente Nacional por la Democracia en Guinea (FNDG) subrayó que tomaba acta de la suspensión de la Constitución: "El régimen dirigido por el dictador Alpha Condé era ilegítimo e inconstitucional".

Crisis

La candidatura de Alpha Condé a una tercera legislatura estuvo marcada por la detención de decenas de opositores y un clima de enorme tensión. Finalmente, fue proclamado el 7 de noviembre para llevar a cabo un tercer mandato pese a las denuncias de fraude electoral por parte de sus rivales.

Guinea-Conakry tiene unos 13 millones de habitantes y es uno de los países más pobres del mundo pese a tener grandes reservas mineras e hidrológicas. Además, la pandemia de coronavirus ha agravado la crisis política y económica.