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El niño afgano de la camiseta de plástico de Messi: “Por favor, sálvenme de esta situación”

Murtaza, que hoy tiene 10 años, se encuentra con su familia oculto en Kabul. Huyeron de su hogar hacia la capital afgana, sin imaginar que caería tan rápido en manos de los talibanes.

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El niño afgano de la camiseta de plástico de Messi: “Por favor, sálvenme de esta situación”

Murtaza Ahmadi saltó a la fama en 2016 cuando se hizo viral una fotografía suya en la que aparecía con una camiseta de la Selección Argentina, con Leo Messi y el número 10 a la espalda, fabricada con una bolsa de plástico. Ahora, cinco años después, se encuentra con su familia oculto en la capital afgana, a donde llegó hace dos meses desde su aldea natal, ubicada en la provincia de Ghazni, huyendo del avance de las tropas talibanes. Sin embargo, al igual que el ministro británico de Exteriores, Dominic Raab, no se podían imaginar que la caída de Kabul a manos de los talibanes sucediera tan rápido. Por ello, el joven se encuentra escondido por temor a los talibanes.

"Estoy atrapado en casa y no puedo salir porque tengo mucho miedo a los talibanes", afirmó el joven afgano a la agencia EFE. Murtaza y su familia pertenecen a la rama chiita, que es una derivación del islam y que recibe constantes ataques por parte del grupo yihadista Estado Islámico, debido a sus diferencias doctrinales y políticas.

"Quiero viajar a un lugar seguro desde Afganistán. Por favor, sálvenme de esta situación", rogó el niño, que pide ayuda al mundo del fútbol, y en especial a Messi, para que puedan ayudarles a salir del país y poder hacer lo que más le gusta: "Jugar al fútbol en paz".

A pesar de todo, el joven afgano nunca ha dejado de practicarlo y poco le importa que tenga que ser en el interior del apartamento en el que se encuentra junto a su familia. Su pasión por el fútbol quedó muy claro aquel día que fue fotografiado con su camiseta de plástico y nada ni nadie podrá separarle de su sueño de triunfar en el fútbol.

Conoció a Messi

Las imágenes que dieron la vuelta al mundo, le permitieron conocer a su ídolo en persona en Catar, pero desde entonces ha vivido un autentico calvario. Su repentina fama mundial le trajo consigo las amenazas de grupo extremistas. Sus padres explicaron que mantuvieron encerrado a Murtaza en casa y dejaron de enviarlo a la escuela durante dos años por miedo a un posible secuestro del pequeño afgano. Los yihadistas del Estado islámico piensan que el jugador argentino le ha dejado una gran donación al joven y a su familia.

Exiliados a Pakistán

En mayo de 2016 la situación se volvió insostenible y decidieron exiliarse en Pakistán, con la esperanza de poder huir después a Estados Unidos. Sin embargo, nunca llegaron a aceptar el asilo en el país americano. Entonces, la familia de Murtaza se vio en la obligación de regresar a Afganistán. Después de recorrer varias provincias afganas, al final se afincaron en en el distrito de Jaghori de la provincia sureña de Ghazni, que era considerada el área más segura del país. Pero el avance de los talibanes obligó en 2018 a la familia a salir corriendo de allí, provocando que Murtaza tuviera que dejar en el hogar el balón y las camisetas firmadas que le había regalado Messi.

Las pesadillas de Murtaza

La familia del niño y el propio Murtaza aseguran que en ocasiones, durante la noche, el pequeño se despierta entre gritos despertando a todos los demás allí presentes: "En mi sueño veo que los talibanes vienen, llaman a la puerta y me gritan".

Posteriormente de que los talibanes recuperaran Kabul después de casi 20 años, el pasado 15 de agosto, y tras la retirada de todas las fuerzas internacionales del territorio afgano esta semana, con el cese de las evacuaciones, la familia teme ahora que los extremistas encuentren al niño.

"¿Qué nos sucederá? Ya estábamos bajo amenaza", explicó a EFE Mahdia Ahmadi, la hermana del Murtaza, de 22 años, que contó que cuando llegaron a la capital afgana en julio, la ciudad era segura, e incluso contaban con protección. "Ahora no tenemos a nadie", y siempre que "llaman a la puerta, Murtaza piensa que son los talibanes y corre hacia mí o mi madre para esconderse", cuenta la mujer afgana. De momento, la familia sueña con huir de alguna manera de aquel lugar y poder vivir una vida tranquila. Mientras que Murtaza no ha olvidado la promesa que le hizo Messi en Qatar hace un lustro: "Messi me dijo 'cuando seas un poco mayor, arreglaré las cosas para ti".