Este fin de semana, la playa de Canido (Vigo) recibió una inesperada visita: una foca marina de más de 90 kilos de peso. No se trata de una desconocida, ya que es habitual verla por las Rías Baixas y responde al nombre de 'Doqui'. Los bañistas se quedaron observando la evolución del mamífero, que alcanzó la orilla sin complicaciones.

El Centro de Control de Mamíferos Marinos (CEMMA) asegura que se trata de una foca gris de dos años a la que es mejor no acercarse, ya que al ser un animal salvaje puede atacar con su gran dentadura. Tras recibir el aviso de su presencia, una unidad de la Policía Local precintó la zona para evitar problemas y sometieron al animal a un control.

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Ha sido avistada al menos en tres ocasiones, por lo que el CEMMA recordó a través de sus redes sociales que no se debe interactuar o jugar con la foca. Asimismo, aconsejó ser respetuosos con su presencia, no divulgar su situación exacta para evitar un efecto llamada y dejarle la máxima tranquilidad. 

La primera vez que se tuvo conocimiento de su existencia fue en mayo del año pasado, cuando fue vista en Laxe. Se trata de una hembra de metro y medio de largo y tal y como aseguraron los expertos es la primera vez que un animal de estas características pasa tanto tiempo en la costa gallega.