Se acabaron los cruceros surcando Venecia. Desde este domingo está prohibido el paso de cruceros y barcos de grandes dimensiones por el canal que pasa por delante de la icónica plaza de San Marcos y el canal de la Giudecca de la ciudad italiana. Fue el pasado 13 de julio cuando el Gobierno italiano aprobó el decreto que impide acceder a los buques a la urbe con el fin de proteger la ciudad de la contaminación que producen estas embarcaciones.

El texto aprobado por el Ejecutivo transalpino declara al canal como “monumento nacional”, por lo que pasará a ser un monumento protegido en Venecia. Desde ayer domingo se prohíbe la navegación en esa zona de barcos de más de 25.000 toneladas brutas, superiores a los 180 metros de eslora, más de 35 metros de altura y que produzcan más de un 0,1% de azufre en emisiones. Es decir, el decreto va orientado a los grandes barcos utilizados por las navieras en los cruceros.

Alternativas para llegar a Venecia

Tras la entrada en vigor de la prohibición, ahora desde el Gobierno italiano se ha pedido buscar y construir nuevos puntos de atraque para estos barcos en la laguna. Por el momento, se ha ordenado realizar “al menos cuatro” puntos donde desembarcar en el Puerto industrial de Marghera, en la orilla de la laguna, en tierra firme. Desde ahí, los turistas deberán llegar a Venecia por el canal del petróleo, más lejos del corazón de la ciudad.

Estas construcciones supondrán una inversión que ascenderá a 157 millones de euros, tras conocer la solución propuesta por el alcalde de Venecia, Luigi Brugnaro.

El objetivo es evitar accidentes peligrosos como el de 2019

Otro de los motivos que ha llevado al Gobierno central a tomar esta drástica decisión es evitar accidentes peligrosos como el ocurrido en junio de 2019, cuando un gran crucero arremetía contra un barco turístico y dañaba el muro del puerto de uno de los puntos más famosos del mundo.

Estaba en riesgo la declaración de Patrimonio de la Humanidad

Esta colisión abrió un gran debate sobre el tráfico en los canales de Venecia, el turismo masivo en la ciudad y las consecuencias medioambientales que se derivaban. Hay que recordar que Venecia es Patrimonio de la Humanidad desde 1987 y estaba amenazada por el paso de estos grandes barcos.

El hecho de que se haya impedido la circulación de grandes barcos por los canales ha evitado que Venecia sea incluida en la Lista de Patrimonio en riesgo de la Unesco, una decisión celebrada por el ministro de Cultura italiano, Dario Franceschini: “Gracias a la decisión del Gobierno acerca del bloque de grandes naves delante de San Marcos y el Canal de la Giudecca se ha alcanzado este importante resultado”.