El aviso de la EMA sobre la variante Delta
Para hacer frente a su rápida expansión, la mayoría de países están optando por acelerar la vacunación en sus territorios.
Actualmente, la variante del coronavirus que más preocupa a las autoridades mundiales es sin duda Delta. Se trata de una mutación más transmisible que la original, lo que provoca que su propagación sea cada vez mayor y se convierta en dominante en una gran cantidad de territorios.
Y las perspectivas de futuro no son precisamente esperanzadoras: la Agencia Europea del Medicamento (EMA) alerta que para finales de agosto, esta cepa supondrá el 90% de los contagios en el mundo. Para hacer frente a esta situación, la mayoría de países están optando por acelerar la vacunación como respuesta a su expansión.
Efectos más dañinos
La sintomatología es similar a la del resto de variantes de la COVID-19. Sin embargo, estudios recientes sugieren que sus efectos podrían ser más dañinos para el organismo frente a un carácter más leve del resto de cepas en gran parte de la población.
Estos signos que podrían diferenciarla son trastornos intestinales severos, gangrena y sordera. Aunque estos efectos han sido detectados en pocos casos en las infecciones producidas por esta mutación, que ya está presente en todos los continentes.
Gangrena
Y otras investigaciones señalan que, al contrario que la cepa original, Delta sí podría provocar secreciones nasales, mucosidad o congestión. Mientras, otra señal de sospecha como la pérdida de olfato no es tan habitual en el caso de esta mutación detectada en la India.