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¿Por qué nos echamos la siesta en España y cuál es el origen de la costumbre?

La siesta, avalada por los científicos como una práctica muy saludable para las personas, no tiene un origen español, como muchos pueden creer.

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¿Por qué nos echamos la siesta en España y cuál es el origen de la costumbre?

La siesta en España es una práctica común y muy sencilla: dormir un rato, especialmente en los meses de verano, entre las 14:00 y 16:00 horas aproximadamente. Se trata de una tradición que muchos conocen, pero no todos ponen en práctica. Datos de la BBC desmontan el mito: casi el 60% de los españoles nunca duermen una siesta, mientras que sólo el 18% toma algunas veces una siesta de mediodía.

En todo caso, ¿por qué es tan conocida la siesta en España y por qué es una práctica habitual? Según el estudio "Biological Rhythms and Behavior", la siesta es consecuencia natural del descenso de la sangre del sistema nervioso al digestivo que ocurre después de la comida. Es decir, la mayoría de la sangre del cuerpo se dirige al estómago para realizar una buena digestión. Por ello, después de la comida (que en España suelen ser copiosas) se produce una caída del estado de alerta.

Pero, ¿es la siesta realmente española? ¿Cuál es el origen de esta práctica? Según la BBC, el origen de la siesta se remonta al Imperio romano. La palabra ‘siesta’ proviene del latín ‘sexta’, que hace referencia a la sexta hora del día. Los romanos dividían el día en períodos de luz de 12 horas, y la sexta hora del día corresponde en España al comprendido entre las 1 de la tarde en invierno y las 3 de la tarde del verano.

Origen en España

La siesta en España comienza después de la Guerra Civil. En este período, era habitual que un trabajador tuviese más de un empleo para mantener a su familia y recurriese al mediodía para comer y descansar, y de esta forma poder rendir lo suficiente en el trabajo de tarde, según el Centro Universitario CIESE.

El origen de la siesta es casi una necesidad del humano de tener otros tiempos de descanso, más allá del nocturno, el habitual. Por ello, después de comer, el cuerpo puede pedirte un descanso, sentarse, echar la siesta. Según los expertos, la práctica de la siesta es muy beneficiosa para la salud y ayuda en casos de estrés o insomnio crónico.