Desde hace ya más de un año que le ha cambiado la vida a Fernando Simón. El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, un rostro apenas conocido en nuestro país hasta la llegada de la pandemia, pasó al centro de los focos con el estado de alarma, apareciendo día sí y día también.

Ahora sus intervenciones son más contadas, intercalándose con las de Carolina Darias, ministra de Sanidad. Simón se pasó por el programa Buenismo Bien, de la Cadena SER, para hablar sobre la evolución de la actual pandemia, su vida durante los últimos meses y otras pandemias que puedan llegar en el futuro.

El epidemiólogo lo tiene claro y asegura que esta no será la última gran enfermedad a gran escala a la que nos enfrentaremos. Habrá más, especialmente en estos tiempos, con un mundo muy globalizado en la que las enfermedades de este tipo se pueden propagar a gran velocidad en apenas cuestión de días o semanas.

Menor impacto

El experto cuenta en Cadena SER que las próximas pandemias de carácter mundial tendrán un impacto menor que la que vivimos ahora con el coronavirus SARS-CoV-2. No obstante, aunque repercuta en menor medida, lo que será "igual o mayor" es la percepción social del impacto. Para ejemplificarlo recuerda la gripe española, que mató a 50 millones de personas cuando la población era de 1.500 millones. Ahora, la COVID ha acabado con la vida de cerca de cuatro millones de personas, de una población mundial de 7.800 millones.

Aunque la de ahora es menor en proporciones a la de 1918 (en contagios y fallecidos), la percepción del impacto parece, al menor, igual o incluso mayor. Por otro lado, el epidemiólogo hace crítica y asegura que la sociedad no debería consentir enfrentarse a una gran pandemia con los recursos de la actual, pese a la mayor capacidad de recursos materiales y humanos. "No podemos tolerar lo que tenemos ahora".

Qué generaría un impacto mayor

El epidemiólogo, para su argumento de que la próxima gran pandemia tendrá un menor impacto pero la misma repercusión social, encuentra una excepción. "El impacto de cada pandemia nueva será menor a no ser que venga un patógeno catastrófico que sea completamente incontrolable". Algo que, asegura, es muy difícil que suceda.