El pasado domingo, la aldea de Baktwang, en el estado indio de Mizoram, tuvo que despedirse “con el corazón apesadumbrado” de Ziona Chana, el padre de la que se cree que es la familia más grande del mundo, tal y como anunció en Twitter el ministro principal de Mizoram, Zoramthang. El hombre falleció a los 76 años, dejando 38 esposas, 89 hijos y 33 nietos.

Era el jefe de una secta religiosa, de la que 400 familias son miembros y se permite la poligamia a sus integrantes masculinos. Así, aunque en 2011 reconoció en la CNN que nunca quiso casarse, contrajo matrimonio por primera vez a los 17 años y otras 37 veces después porque consideraba que era el camino que Dios había escogido para él. No obstante, no queda claro si estaba legalmente casado con todas, ya que las autoridades indias muchas veces no procesan a las comunidades tribales por poligamia.

Lo cierto es que logró crear una familia muy amplia con la que vivía en una casa de cuatro plantas, 100 habitaciones y una cocina común. A pesar de los numerosos miembros que tiene, logra mantenerse con recursos propios y donaciones ocasionales. Las cónyuges se turnaban para dormir con él, mientras que las demás compartían un dormitorio cercano al suyo. Esta peculiar familia y la vivienda en la que residen se han convertido con el tiempo en “una importante atracción turística en el estado”, destaca Zoramthang.

Padecía diabetes e hipertensión

Ziona tenía diabetes e hipertensión. Después de que su estado empeorara, fue trasladado al hospital Trinity de Aizawl, pero los médicos no pudieron salvarle la vida. “Estuvo recibiendo tratamiento en su residencia de la aldea de Baktawng durante tres días. Pero su estado se deterioró y lo llevaron de urgencia al hospital, donde los médicos lo declararon muerto”, contó a la agencia de noticias PTI el director del centro, Lalrintluanga Zahau. “Nuestro equipo de emergencias intentó en vano resucitarlo. Lo declararían muerto después de 45 minutos de RCP”, precisó en Twitter.