Está claro que los perros pequeños son unas mascotas ideales, suelen ser adorables, fáciles de cuidar y te los puedes llevar a todas partes. Las razas más pequeñas suelen ser la mejor opción para dueños primerizos, familias con niños y para personas mayores.

Existe un mundo de diferencia en cuando a las razas grandes y pequeñas, ya sea en alimentación, características o cuidados que requieren unos y otros. Y todo esto lo debemos tener en cuenta a la hora de adoptar un perro.

Las razas más pequeñas son también las más longevas, pues algunos estudios han demostrado que envejecen más lentamente que las razas de perro más grandes. En concreto, un chihuahua puede llegar a vivir hasta 18 años. Además, las razas pequeñas son ideales para la vida urbana, pues se pueden adaptar perfectamente a la vida en apartamentos.

Los perros pequeños son más nerviosos

En cuanto al comportamiento, existe el mito de que los canes más pequeños son más nerviosos, ladran más y son menos sociables, y así parece confirmarlo diversos estudios. En concreto, un estudio de la Universidad de Sydney constató que había una fuerte relación entre el factor de agresividad y el tamaño del perro, siendo las razas más pequeñas las que peor carácter tenían.

A la hora de elegir estas razas pequeñas debemos tener en cuenta que su alimentación debe contener un alto índice de calorías y proteínas debido al rápido metabolismo de este tipo de perro. Además, deberíamos optar por alimentos húmedos, pues los perros pequeños tienen la tendencia a acumular suciedad en los dientes, que puede causar mal aliento.