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El mayor iceberg del mundo se desprende de la Antártida

Bautizado como A-76, tiene una longitud aproximada de 170 kilómetros de largo y una anchura de unos 25, con una superficie total de 4.320 kilómetros cuadrados.

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El mayor iceberg del mundo se desprende de la Antártida
HANDOUT AFP

El iceberg más grande del mundo se ha desprendido de la plataforma de hielo Roone, situado al noroeste de la Antártida. Bautizado como A-76, este iceberg tiene una longitud de unos 170 kilómetros y una anchura de 25, con una superficie total de 4.320 kilómetros cuadrados, frente a los 3.640 de la isla de Mallorca, señaló la Agencia Espacial Europea (ESA) tras observar las imágenes de satélite captadas por la Misión Copérnico.

Estas proporciones en el mayor iceberg a nivel global, un puesto que hasta ahora tenía A-23A, de unos 3.880 kilómetros cuadrados, que también se encuentra en el mar de Weddell. En comparación, el iceberg A-74, que se desprendió de la plataforma de hielo Brunt en febrero de 2020, tenía solo 1.270 kilómetros cuadrados.

Detectado por la misión Copérnico Sentinel-1

La gran masa flotante en el mar de Weddell fue detectada por la misión Copérnico Sentinel-1, formada por dos satélites de órbita polar que observan la Antártida, incluso sus regiones remotas, durante todo el año.

La denominación de los icebergs se compone a partir del cuadrante antártico en que son avistados originalmente, seguido de una letra secuencial. Si posteriormente la masa de hielo se rompe, como sucede en ocasiones, cada pedazo añade a su nombre una letra secuencial.

El deshielo favorece la formación de nubes

Un estudio liderado por el Instituto de Ciencias del Mar (ICM-CSIC) y la Universidad de Birmingham (Reino Unido) ha revelado que el deshielo de la Antártida refuerza la formación de aerosoles en la atmósfera, favoreciendo a su vez que se creen nubes en verano. Esto podría ayudar a reducir la radiación solar que recibe la región y tener importantes consecuencias en el clima, ya que las nubes desempeñan un papel muy importante en la regulación de la temperatura del planeta al reflejar y filtrar la radiación solar. Sin ellas, el clima sería mucho más cálido.

El trabajo, publicado en Nature Geoscience, sostiene que cuando las masas de aire provienen de la zona del margen del hielo marino, los episodios de formación de aerosoles son más frecuentes. Estas masas de aire contienen concentraciones elevadas de ácido sulfúrico y aminas, que son compuestos de origen biológico que interaccionan entre ellos para transformarse de gases a partículas. Aunque el protagonismo del ácido sulfúrico en la formación de aerosoles polares ya era conocido, este es el primer estudio que demuestra el papel clave de las aminas, que contienen nitrógeno y se producen por la degradación de la materia orgánica de los microorganismos que habitan el hielo marino.