La crisis migratoria de Ceuta ha provocado la entrada de forma irregular en nuestro país de entre 8.000 y 9.000 personas. Esta situación sin precedentes está dejando imágenes impactantes que han dado la vuelta a España. Una de ellas fue la que protagonizó Juanfran, agente de la Guardia Civil, que se echó al mar para rescatar a un bebé de dos o tres meses.

Y hoy es el turno de Luna, una joven mostoleña de 20 años que estudia un Grado en Integración Social y está de prácticas en la mencionada Ciudad Autónoma. En la fotografía se le puede ver abrazada a una persona migrante, que llora desconsolado mientras Luna le ofrece agua.

Situación muy dura

Cuando llegó a la urbe, se implicó como voluntaria en Cruz Roja, donde colabora actualmente. Según reconoció la propia Luna en la Cadena Ser, se siente "muy agobiada, asimilando todo lo que estamos viviendo. Está siendo una experiencia muy dura".

Asimismo, a través de un vídeo publicado en su cuenta de Twitter se desahogó: "No creo en ningún Dios, pero estoy segura de que si viviera las situaciones que ha vivido esta gente lo haría".

Solicitud

Por último, la joven quiso hacer un llamamiento a las autoridades: "Ayuda humanitaria no es quitarse a las personas de encima, es atender sus necesidades y más en estas condiciones. Es raro que te den las gracias por algo que tendría que ser normal...".

Muchos sentimientos

Isabel Brasero, portavoz de la Cruz Roja de Ceuta, explicó en Al Rojo Vivo cómo se sienten los voluntarios que están en El Tarajal rescatando a migrantes: "Son situaciones donde se mezclan muchísimos sentimientos, situaciones muy intensas que vive tanto el voluntario como el que llega, en muchas ocasiones es la primera cara que ven y la primera mano que les ayuda al llegar a Ceuta".

Brasero aseguró que las personas que llegan a nado desde Marruecos "no solamente requieren atención sanitaria, sino atención psicosocial. Vale más muchas veces un abrazo que a lo mejor cualquier otra cosa en ese momento".