Hablar de la India es hacerlo del segundo país más afectado por el coronavirus. Pero esta situación se ha acrecentado en las últimas semanas y se ha convertido en el epicentro de la pandemia a nivel mundial. La nación está al borde del colapso sanitario, los muertos se acumulan y faltan herramientas para luchar contra el patógeno. 

Actualmente, registra 18,5 millones de casos y supera los 205.000 decesos, además de notificar en los últimos días más de 300.000 contagios por jornada. La situación es límite y la enfermedad está totalmente fuera de control.

Colapso del país

La doctora Amaia Foces vive en Nueva Delhi y relató en el programa Hora 14 de la Cadena Ser la realidad que vive el país: "Como digo yo, esto no es una ola, es un tsunami. Nos ha roto todos los sistemas operativos tanto de salud como administrativos y está colapsando todo el país". 

"La capacidad sanitaria básica es pobre y la medicina privada funcionaba en hospitales privados y funcionaba muy bien, pero ahora mismo está sobrepasada, su capacidad es cinco veces superior a lo que se permite poder actuar. En cualquier caso, en situaciones normales la clase alta tiene acceso a la medicina privada, pero la más baja no tiene y ahora mismo nadie tiene. Ahora mismo da igual tu clase social, no tienes asistencia sanitaria", detalló la sanitaria en el citado medio.

Uno de los grandes problemas que está teniendo el país está relacionado con la fabricación de remedios: "Hace un par de meses tenía 55 millones de vacunas y estaba exportando a países como Brasil. Yo creo que a lo mejor se ha sobreestimado la capacidad y luego había otro problema y es que la gente tenía mucho miedo a la vacuna", apuntó Foces.

Falta de recursos

A su juicio, otro de los fallos se debe a la lentitud del Gobierno para reaccionar ante la gravedad de los hechos: "Está completamente descolocado pidiendo ayuda internacional, que también se está retrasando".

Sobre la presión hospitalaria, explicó en la Cadena Ser que "hay camas, pero no hay oxígeno ni medicación, y también es necesario que haya médicos y enfermeros". Pese a que se ha insistido en que la gente debe quedarse en casa y aislarse en caso de contagio, la facultativa reconoció que es muy complicado porque en las clases sociales más bajas, la gente vive muy junta y es imposible mantener la distancia social: "Ahora mismo, la situación está totalmente fuera de control".