Michael Collins, uno de los tres astronautas que participó en la primera misión espacial que llevó al hombre a la Luna con el Apolo 11, ha muerto este miércoles a los 90 años. Según detalló su familia a través de un comunicado, el cosmonauta se encontraba luchando contra el cáncer.

"Lamentamos compartir que nuestro querido padre y abuelo ha fallecido hoy, después de una valiente batalla contra el cáncer. Pasó sus últimos días en paz, con su familia a su lado. Mike siempre enfrentó los desafíos de la vida con gracia y humildad, y enfrentó este, su desafío final, de la misma manera. Lo vamos a extrañar muchísimo".

El 'astronauta olvidado'

El 16 de julio de 1969, Neil Armstrong, Buzz Aldrin y Michael Collins partieron de Cabo Cañaveral (Florida) a las 09:32 hora local rumbo a la Luna. Desde allí, despegó el cohete Saturno V, que transportaba la nave con los astronautas que llegaron al satélite el 20 de julio. El evento fue retransmitido por televisiones de todo el mundo y se convirtió en uno de los acontecimientos más importantes del siglo XX.

A menudo, se le llamaba 'el astronauta olvidado', puesto que nunca pisó la Luna, a diferencia de Armstrong y Aldrin. Él se quedó atrás y se encargó de pilotar el módulo de mando mientras sobrevolaban el satélite.

Su etapa laboral

Su trayectoria resultó más convencional que la de sus dos compañeros. Dejó la NASA en 1970 y aceptó un cargo de relaciones públicas en la Secretaría de Estado. Durante su trayectoria, tuvo que lidiar con los conflictos de Vietnam y Camboya, las protestas nacionales y los incidentes de la Universidad de Ken State. 

Posteriormente, comenzó a trabajar en el Museo del Aire y el Espacio, y de ahí asumió un cargo en el Consejo de la Smithsonian Institution. Su etapa laboral finalizó constituyendo su propia empresa de asesoría.