El banco BBVA ha tomado la decisión de aplicar un ERE a una parte de su plantilla. Según el comunicado facilitado, ha informado tanto a sindicatos como a sus empleados en España “la voluntad de iniciar un procedimiento de despido colectivo en España, que afectará tanto a los servicios centrales como a la red comercial”.

Las cifras manejadas por analistas y expertos hablan de que podría alcanzar a 3.000 personas este cambio, lo que supondría aproximadamente un 10% de la plantilla afectada. Todavía no hay un número oficial ni se ha facilitado a los sindicatos. Será el día 16 de abril cuando tenga lugar la primera reunión con la representación legal de los trabajadores.

Según BBVA, el sector bancario “se encuentra en un contexto de profunda transformación marcada por una enorme presión competitiva, bajos tipos de interés, la adopción acelerada de los canales digitales por parte de los clientes y la entrada de nuevos actores digitales”.

Un cambio de idea en este inicio de año

En la nota a la plantilla, la entidad explica que el “objetivo es explorar conjuntamente fórmulas que permitan minimizar el impacto en la plantilla”.

De hecho, en 2020 se negó la opción de reducir la plantilla. Pero ya el pasado 29 de enero, el consejero delegado del Grupo, Onur Genç, comentó durante la presentación de resultados que se ejecutaría un plan de reestructuración de costes en la primera mitad de año. Se encontraba “en fase de estudio”.

Sin embargo, con el paso de estos últimos meses, y con la digitalización, la caída de resultados o la venta de su filial en Estados Unidos con plusvalías de 10.000 millones, la idea ha ido variando del todo y así se ha ido poniendo de manifiesto en declaraciones públicas hasta llegar a esta decisión.

Motivos por los que se ha decidido aplicarlo

El banco afirma que es necesario ir por este camino porque es lo mejor para poder garantizar “la competitividad y la sostenibilidad del empleo a futuro”. Por ello, se ha considerado que es inevitable hacer algo para que los costes sean menores: “Resulta imprescindible continuar trabajando de forma aún más decidida en reducir nuestra estructura de costes”.

“Abordamos este proceso con actitud dialogante, con el compromiso de guiarnos por criterios de objetividad y con la voluntad de llegar al mejor acuerdo posible para todos”, añade, con la intención de evitar conflictos y problemas y llegar a un acuerdo que sea beneficioso para todas las partes.

Aunque la primera reunión será en unos días, la entidad presidida por Carlos Torres se compromete a informar de todo a los empleados, principalmente a aquellos que podrán verse afectados, “preservando siempre el respeto al proceso negociador que acabamos de iniciar”.