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El origen de las antiguas especies 'hobbit'

Un reciente estudio no ha encontrado evidencia de mestizaje entre humanos modernos y antiguos conocidos a partir de registros fósiles en Asia.

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El origen de las antiguas especies 'hobbit'
Universidad de Adelaida

La especie Homo floresiensis habitó el sudeste asiático hace 50.000 años. Desde que se descubrió su existencia, estos diminutos homínidos, apodados ‘hobbits’, han despertado el interés de los científicos porque podrían ayudar a explicar la evolución humana a lo largo de la historia. Ahora, una nueva investigación de la Universidad de Adelaida (Australia) a partir de registros fósiles en esa región geográfica ha ayudado a explicar mejor la presencia de dos especies endémicas, Homo luzonensis y H. floresiensis, así como su relación con los humanos anatómicamente modernos.

En este estudio, publicado en Nature Ecology and Evolution, los investigadores examinaron los genomas de más de 400 humanos modernos para investigar si hubo mestizaje entre estos humanos antiguos y poblaciones humanas modernas que llegaron al Asia sudoriental marítima hace 50.000-60.000 años.

Cruce con los denisovanos

Esta región, formada por Malasia, Indonesia, Filipinas, Brunei, Singapur y Timor, contiene uno de los registros fósiles más ricos (de al menos 1,6 millones de años) sobre la evolución humana. Actualmente hay tres humanos antiguos distintos reconocidos por el registro fósil en el área: Homo erectus, Homo floresiensis y Homo luzonensis. Las dos últimas especies vivieron en esa región hasta hace 50.000 - 60.000 años, mientras que el Homo erectus habitó la zona hasta hace 108.000 años, lo que ha hecho pensar a los científicos que estas especies pudieron haberse solapado en el tiempo con la llegada de las poblaciones humanas modernas.

Los resultados de la investigación son claros: no hubo mestizaje entre estas especies y los humanos modernos. Sin embargo, el equipo encontró una mayor coincidencia de ADN de unos misteriosos primos antiguos de los humanos: los denisovanos. “Los niveles de ADN denisovano en las poblaciones contemporáneas indican que se produjo un cruce significativo en la isla del sudeste asiático”, asegura en un comunicado João Teixeira, autor principal del estudio e investigador asociado de la Universidad de Adelaida.

“Sabemos por nuestros propios registros genéticos que los denisovanos se mezclaron con los humanos modernos que salieron de África hace 50.000 - 60.000 años, tanto en Asia como cuando los humanos modernos se desplazaron a través de del sudeste asiático en su camino hacia Australia”, añade. Sin embargo, “el misterio permanece, ¿por qué no hemos encontrado sus fósiles junto con los otros humanos antiguos en la región? ¿Necesitamos volver a examinar el registro fósil existente para considerar otras posibilidades?" plantea Teixeira.

El coautor Chris Stringer, del Museo de Historia Natural de Londres, añade: “Si bien los fósiles conocidos de Homo erectus, Homo floresiensis y Homo luzonensis pueden parecer estar en el lugar y el momento adecuados para representar a los misteriosos ‘denisovanos del sur’, es probable que sus antepasados hayan estado en la isla del sudeste asiático hace al menos 700.000 años. Lo que significa que sus linajes son demasiado antiguos para representar a los denisovanos que, a partir de su ADN, estaban más estrechamente relacionados con los neandertales y los humanos moderno”.

Utilidad de la investigación

Kristofer M. Helgen, director del Instituto de Investigación de Museos de Australia y también coautor del estudio, asegura que estos hallazgos “proporcionan una ventana importante a la evolución humana en una región fascinante y demuestran la necesidad de más investigación arqueológica en la región entre Asia continental y Australia”. Asimismo, la investigación “arroja luz sobre un patrón de supervivencia ‘megafauna’ que coincide con áreas conocidas de ocupación humana premoderna en esta parte del mundo”.

Por su parte, Teixeira considera que “la investigación corrobora estudios previos de que los denisovanos estaban en la isla del sudeste asiático y que los humanos modernos no se cruzaron con grupos humanos más divergentes en la región. Esto abre dos posibilidades igualmente emocionantes: o un descubrimiento importante está en camino, o necesitamos reevaluar el registro fósil actual de la isla del sudeste asiático”. “Independientemente de la forma en que elija verlo, se avecinan tiempos emocionantes en paleoantropología”, zanja.