La situación en Europa se ha vuelto preocupante en los últimos días. Varios países del continente viven un aumento de contagios que ha encendido las alarmas, mientras que en España el riesgo a una cuarta ola de positivos se asoma con la Semana Santa a la vuelta de la esquina. Francia es uno de sus países en los que la situación se ha vuelto crítica, con un país que tiene sus Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) al límite de sus capacidades.

Según los últimos datos de las autoridades francesas, el Gobierno francés informó este lunes de que son 4.974 los pacientes ingresados en unidades de cuidados intensivos por coronavirus, con lo que se supera el récord anterior, marcado el pasado 16 de diciembre con 4.903 pacientes en UCI.El anterior récord se alcanzó antes de que surtieran efecto las medidas restrictivas, como el confinamiento, que han permitido reducir el número diario de nuevos contagios. En las últimas 24 horas se han sumado 102 pacientes en las UCI del país.

“Las camas empiezan a agotarse”

Este mismo miércoles, sanitarios han insistido en lo preocupante que es la situación en los hospitales del país. Bruno Mégarbane, jefe de la unidad de cuidados intensivos del hospital Lariboisière de París aseguraba a Franceinfo que las camas “empiezan a agotarse”. "Desde hace unos días vemos que el número de ingresos aumenta a un ritmo acelerado”, añadía.

“Nos piden que traslademos a los pacientes y, por desgracia, nuestras camas ya están ocupadas. En la mayoría de los casos, no podemos admitir nuevos pacientes. De hecho, desde hace unos días buscamos desesperadamente una cama libre en la región de Ile-de-France para colocar a un paciente con una forma grave de COVID-19. Las camas se están agotando. Los hospitales intentan crear nuevas camas de cuidados intensivos fuera de los muros”, explica.

La región de París, la más afectada

Con un país muy pendiente del aumento de los casos, la región de París es la más afectada en esta nueva ola de coronavirus. Ante esta situación, el portavoz del Gobierno francés, Gabriel Attal, anunció que se iban a endurecer las medidas para acabar con el aumento de casos. Las restricciones se incrementarán en los departamentos de Aube, Nièvre y Ródano (que tiene como capital Lyon), tras observar un incremento de la incidencia de la COVID, según anuncia la Agencia EFE. "La epidemia se acelera en todo el territorio. Para controlar el virus debemos limitar los desplazamientos y cerrar establecimientos", dijo Attal.

10 millones de vacunados en abril, el objetivo

Además, el Gobierno francés ha pedido a los ciudadanos de estas regiones más afectadas que no se desplacen de sus lugares de residencia, así como evitar la visita de familiares y amigos en espacios cerrados para frenar el ritmo de contagios. El Ministerio del Interior, Gérald Darmanin, ha pedido a las fuerzas policiales que hagan respetar el máximo de seis personas en las reuniones exteriores, incluso poniendo multas en caso de ser necesario.

También el presidente francés, Emmanuel Macron, ha insistido en la importancia de acelerar las campañas de vacunación. Su objetivo es llegar a los diez millones de vacunados este abril y a los 30 millones al inicio del verano.