Una de las vacunas más esperadas es española: nasal, de una sola dosis y muy potente
El virólogo del CSIC, Luis Enjuanes, dirige el prototipo y ha declarado en una entrevista al diario 'HOY' que estará lista en un año “con todo actualizado”.
La vacuna española contra el coronavirus aún no está terminada, se encuentra en fase de desarrollo, y es que la ciencia en España acumula algunos problemas estructurales que dificultan una velocidad mayor que en otros países. Sin embargo, eso no significa que no se trabaje duro diariamente. Y si no, que se lo digan a Luis Enjuanes, virólogo del CSIC, que a sus 76 años dirige este proceso.
En concreto, lidera un equipo de 16 personas con la intención de tener una vacuna preparada para acabar contra el coronavirus y ser de las mejores en esa cuestión. No es la única en la que trabaja el CSIC (otras dos lideradas por Mariano Esteban y Vicente Larraga) y todas tienen plazos parecidos. La de Enjuanes está prevista para dentro de un año.
Así lo ha confirmado en una entrevista concedida al diario HOY, en la que repasa las claves de una vacuna que de momento se conoce que es autoamplificable, que genera una inmunidad esterilizante o que podría ser intranasal.
¿En qué punto se encuentra la vacuna?
“De aquí al verano realizaremos los ensayos con ratones y hámster. Si todo va bien, haremos lo mismo con macacos. Creo que estará lista en el primer trimestre de 2022, entonces habremos obtenido datos de ensayos clínicos para probar la seguridad de la vacuna y poder administrarla entre la población. Nos gustaría ir más deprisa, pero es un modelo nuevo y requiere tiempo”, explica Enjuanes.
Mientras trabajan en su desarrollo, han recibido críticas por la lentitud con respecto a otras naciones, pero el virólogo tiene claros los motivos del retraso: “Generalmente, una vacuna tarda 10-15 años en desarrollarse. Ahora las multinacionales están trabajando con equipos de unas 600 personas, grandes instalaciones y muchos recursos económicos para ir más rápido. A nosotros no nos ha faltado financiación en estas primeras fases”.
“Tanto el CSIC como el Ministerio de Ciencia nos apoyan mucho, pero tenemos que completar la investigación para una vacuna nueva”, admite. “La nuestra es una vacuna original, no se ha hecho ninguna de este tipo”, recalca, y añade: “Lo que quiero decir es que no solo estamos haciendo una vacuna, sino casi 30 variantes para seleccionar el prototipo más seguro y eficaz”.
Una vacuna especial y diferente a las demás
“Nuestra vacuna incluye un ARN muy grande que lleva el 'motor' para autoamplificarse: si damos 1 microgramo, una vez que entra en las células del cuerpo humano, puede 'fabricar' entre 1.000 y 5.000. Eso tampoco lo hacen las de Moderna o Pfizer”, destaca.
Además, defiende que sea intranasal: “Tenemos dos vías de administración en estudio: la intranasal y la intramuscular, que se inyecta en un brazo. Varias compañías que han fabricado vacunas intramusculares están investigando vías para administrarlas intranasalmente –con esprays– de forma segura. Nosotros vamos a por una vacuna intranasal y de una sola dosis muy potente”.
“La versión en la que nos estamos centrando incluye las mutaciones de los virus del Reino Unido, Sudáfrica y Brasil, y seguramente también de alguna variante de EEUU que ha aparecido en California y Nueva York. Saldremos más tarde, pero con todo actualizado”, sostiene como punto a tener en cuenta.
Para Enjuanes, “nos va a cambiar la vida”
Luis Enjuanes, una eminencia en la materia, va en la misma línea que otros científicos, es decir, que este no será el final. “Habrá epidemias restringidas a 2, 3, 5 países... Las estadísticas dicen que cada uno o dos años aparece un nuevo coronavirus o reaparece uno ya conocido en animales. En humanos surge uno nuevo cada 6-8 años, que puede ser incluso mortal”, y matiza: “Solo aseguro que volverá a haber epidemias de este u otros virus”.
Hasta que llegue algo nuevo, los esfuerzos se centran en la COVID-19. “Creo que esto va a suponer un antes y un después, aunque, como ocurre siempre, decaerá el 'momentum' actual”, opina. “La gente se va a volver más precavida. Hemos aprendido que con el uso de la mascarilla, la desinfección de manos y el mantenimiento de la distancia de seguridad disminuyen drásticamente las infecciones por gripe y otras”, prosigue. Y sentencia: “Creo que el segmento de la población que es más prudente va a cambiar sus hábitos de vida significativamente”.