El cuerpo de Christina Malley, una mujer residente en Aberdeen (Escocia), fue encontrado sin vida el pasado 25 de febrero por las enfermeras que habían acudido a su domicilio a inocularle la vacuna contra el coronavirus. La mujer, que actualmente tendría 80 años, no se había presentado en el centro médico que le correspondía para ser inmunizada, por lo que las sanitarias decidieron desplazarse a su casa.

Cuando llegaron al inmueble, el marido de Malley fue quien abrió la puerta para decirles a las enfermeras que su mujer “se hallaba en el extranjero”. Sin embargo, las enfermeras advirtieron el cadáver en el interior y llamaron a la Policía.

Investigación en curso

Según el Daily Record, los cuerpos de seguridad llegaron al domicilio y precintaron toda la planta baja del mismo, es decir, el lugar donde se halló el cadáver de Malley. Los forenses peinaron la zona en busca de nuevas pruebas para saber qué ocurrió con Christina.

“Las investigaciones nos hacen pensar que Christina Malley podría haber muerto hace más de una década, posiblemente hace 12 años”, exponen desde el medio británico.

La Policía escocesa continúa investigando el caso para esclarecer cuándo y cómo falleció la anciana.