Un estudio publicado en la revista científica Current Biology asegura la existencia de un tipo de babosas marinas que son capaces de regenerar todo su cuerpo y continuar viviendo a pesar de haberse decapitado.

El origen de la investigación parte de la científica Sayaka Mitoh, que advirtió cómo una babosa era capaz de mover su cabeza a pesar de no tener el resto del cuerpo. Fue en ese momento cuando el laboratorio de Yoichi Yusa, profesor en la Universidad de Mujeres de Nara, cortó la cabeza de 16 babosas marinas para ver cómo respondían. De ellas, tres se regeneraron por completo y una de ellas lo hizo dos veces.

El ejemplo de los lagartos

Varios tipos de lagarto son capaces de realizar una reconstrucción de su cola cuando la dejan caer para escapar de otros animales depredadores en lo que es el comportamiento animal más parecido al de las babosas. Alguna araña, como la Dolomedes australiana, puede hacer lo mismo con dos de sus patas. No obstante, “la autotomía de las babosas marinas es la más extrema de todas”, según Yusa.

El motivo por el que las babosas serían capaces de desprenderse de su cabeza y recomponerse de nuevo es, de igual manera que ocurre con otros organismos que practican la autotomía, combatir a los depredadores, tal y como confirman los científicos.

Un proceso similar a la fotosíntesis

Nadie pensaba que un animal de estas características fuera a ser capaz de sobrevivir sin corazón. Pero la explicación reside, sorprendentemente, en la fotosíntesis de las plantas, tal y como ha explicado la bióloga marina, Susan Anthony.

Estas babosas se alimentan a base de algas que son fotosintetizadas durante 10 días utilizando la luz solar, de igual manera que ocurre con las plantas. Este proceso sería similar al que ocurriría con la cabeza, ya que sería esta quien realizaría el proceso fotosintético tomando un color verde y consiguiendo la energía necesaria para reconstruir su organismo.