CORONAVIRUS

El problema de la fatiga ocular generado por la pandemia

La fatiga ocular producida por el uso continuo de las pantallas de los ordenadores y otras tecnologías es uno de los efectos más producidos durante la pandemia.

0
El problema de la fatiga ocular generado por la pandemia
HECTOR RETAMAL AFP

Uno de los cambios más producidos durante la pandemia en la salud de las personas es la llamada fatiga ocular o, dicho de otra manera, el cansancio en la vista como consecuencia de pasar más tiempo del deseado delante de la pantalla de los ordenadores o de las de otras tecnologías.

Este aumento en el consumo de las tecnologías se ha visto determinado por la imposición del teletrabajo para evitar la interacción social o por la disminución de las formas de ocio, lo que ha derivado en un aumento del uso de plataformas digitales para ver todo tipo de contenido.

Una encuesta realizada para la organización Fight for Sight recoge que un 38% de las personas han empeorado su vista desde el comienzo de la pandemia. Muchos de ellos reconocen haber sentido problemas como picor en los ojos, visión borrosa o dolor de cabeza. Ante cualquiera de estos síntomas, los médicos recomiendan visitar a un oftalmólogo. Sin embargo, hay hábitos que podemos introducir en nuestras vidas para mejorar en este aspecto.

¿Cómo mejorar nuestra salud visual?

Es importante relajar los músculos

Para relajar los músculos oculares los expertos recomiendan aplicar la regla 20-20-20. Esto significa que, cada 20 minutos, es recomendable mirar algo que se encuentre a 6 metros (20 pies), durante 20 segundos.

De esta manera, la tensión a la que se someten los músculos oculares cuando miramos algo de cerca se relajará. Esta función cuando se salía más a la calle se hacía inconscientemente al caminar o al conducir hacia un determinado lugar.

Importancia del parpadeo

Hay estudios que aseguran que al mirar una pantalla se parpadea con menos frecuencia y que, además, los movimientos no llegan a ser completos, pues los párpados superiores e inferiores no llegan a entrar en contacto. Como consecuencia de esto se produce picor o escozor en los ojos.

Por ello, es importante parpadear correctamente, “como si fuera un limpiaparabrisas”, resalta el profesor de la Academia Estadounidense de Oftalmología, Sunir Garg. Gracias al parpadeo se humedece el ojo con el líquido lacrimal y se expulsan todas las sustancias nocivas que se acumulan en él.

Cuestiones ergonómicas

La distancia respecto a las pantallas es otro aspecto fundamental en lo que a la salud visual se refiere. Los especialistas recomiendan situar los dispositivos a un brazo de distancia, de tal manera que se evite someter a los ojos a un trabajo excesivo y se puedan apreciar, por otro lado, los pequeños detalles.

En este sentido, podría ser interesante el uso de un teclado que no esté incorporado al ordenador o utilizar varios monitores para poder ver los detalles con más facilidad.

Además, la iluminación de las áreas de trabajo influye también de forma decisiva al trabajo ejercido por los ojos. La profesora de la Universidad Anglia Ruskin (Reino Unido), Shahina Pardhan, recomienda que las pantallas estén de lado o de espaldas a la fuente de luz principal. Respecto a la altura, siempre deben estar a la altura de los ojos o ligeramente por debajo pues, en caso contrario, podrían producirse problemas físicos en el cuello, espalda u hombros.

Ampliar el tamaño de la letra

Este es, para Pardhan, el principal problema de trabajar en pantallas pequeñas como las de los teléfonos móviles, donde las letras se ven en un tamaño más pequeño. Aun así, “el tamaño perfecto de la letra depende de cada uno, no hay un tamaño ideal”, admite.

Tan importante como el tamaño de la letra es el brillo de la pantalla, pues debe adecuarse a la luz del ambiente de trabajo. Por ello, es totalmente desaconsejable una pantalla brillante en un lugar oscuro.

Salir a la calle

Salir a la calle es muy importante para el descanso visual, pues el estrés visual al que están sometidos los ojos con las distancias cortas se corrige casi involuntariamente, pues hay un predominio de las distancias largas.

Además, es especialmente importante en el caso de los niños, pues cada vez están más habituados a hacer un uso excesivo y cercano de las pequeñas pantallas. En este sentido, Garg ha declarado que “la actividad al aire libre disminuye las posibilidades de que los niños desarrollen miopía”.