Reino Unido identifica una variante que escapa a los anticuerpos
La Universidad de Edimburgo ha detectado una nueva variante que presenta dos de las mutaciones que más preocupan: la E484K y la N501Y.
La constante aparición de nuevas variantes amenaza de forma continuada la evolución de la pandemia en todo el mundo. El coronavirus SARS-CoV-2, como ha ocurrido con otros patógenos, muta, pero son estas variaciones las que hacen crecer la preocupación entre la comunidad científica.
Británica, sudafricana y brasileña son las variantes más conocidas y, por ello, extendidas en muchos países del mundo. Esos son sus nombres geográficos, con los que las identificamos y asociamos con el lugar donde se detectaron en un primer momento. A esta lista cada vez más extensa debemos añadir una más: un equipo de investigadores de la Universidad de Edimburgo ha secuenciado una nueva variante, denominada B.1.525, que además incluye varias de las mutaciones más preocupantes.
Presente en 10 países, incluido España
La variante B.1.525, no obstante, no se ha detectado únicamente en Reino Unido, sino que según detalla el informa de la Universidad de Edimburgo, está ya presente en diez países, entre los que se incluye España. Son los siguientes: Dinamarca (35 casos), Reino Unido (33), Nigeria (12, y de donde provienen los genomas del virus), Estados Unidos (10), Francia (5), Ghana (4), Canadá (3), Australia (2), Jordania (2), Bélgica (1) y España (1). En nuestro país, la secuenciación de esta variante está fechada el 25 de enero.
Mutaciones E484K y N501Y
La última mutación hallada presenta dos mutaciones situadas en la proteína S, la que emplea el patógeno para conseguir infectar a las células del organismo humano. Son las apodadas como Nelly (N501Y) y Erik (E484K). La primera está asociada a una mayor capacidad en la transmisión de la COVID-19, mientras que la segunda está relacionada con una disminución del efecto de los anticuerpos, entre los que se incluye el efecto de las vacunas.
Estas mutaciones están apareciendo de forma recurrente en las últimas variantes detectadas (está presente en la británica), por lo que ahora los científicos tratan de descifrar si se está produciendo una evolución convergente de todas las mutaciones del coronavirus, que de confirmarse supondría que esta podría ser su forma de adaptarse.