El sector sanitario de Asturias ha sufrido un duro golpe tras el fallecimiento, con solo 26 años, de Pablo Riesgo, un auxiliar de enfermería en el servicio de Urgencias del Hospital de Jove (Gijón). Desde que se desencadenó la pandemia en España estuvo en primera línea trabajando para salvar la vida de quienes se contagiaban. Pero en la segunda ola tuvo que parar. En noviembre de 2020 contrajo la enfermedad y pasó 12 días ingresado con una neumonía bilateral y recibiendo oxígeno. Sin embargo, hace semanas recibió el alta tras superar la COVID-19.

Durante una entrevista en la Televisión del Principado de Asturias (TPA), Pablo contó que padecía secuelas, como cansancio, fatiga y tos persistente. Algo que no le impidió reincorporarse a su puesto de auxiliar de enfermería hasta que, a principios de la pasada semana comenzó a empeorar y fue hospitalizado en el centro donde trabajaba. De allí tuvo que ser trasladado a la UCI del HUCA debido a su gravedad, según recoge La Nueva España. Su estado de salud continuó empeorando rápidamente y a primera de la mañana del domingo se confirmó su muerte. La causa de su fallecimiento todavía no está clara, por lo que se está investigando, informan medios locales.

Concentración en su memoria

La noticia ha conmocionado al sector sanitario asturiano. Incluso el consejero de Salud, Pablo Fernández, y el presidente del Principado de Asturias, Adrián Barbón, se han pronunciado en redes sociales para mostrar sus condolencias a familiares, amigos y compañeros, quienes se concentrará a las 14:30 horas de este lunes en el aparcamiento de la puerta principal del centro hospitalario gijonés.