Las lesiones cutáneas, un 'chivato' para prevenir contagios
Una investigación desarrollada por profesionales de La Paz y el SERMAS evidencia las alteraciones cutáneas como un síntoma de la COVID-19.
Un estudio llevado a cabo por profesionales del Hospital Universitario de La Paz y de Atención Primaria del Servicio Madrileño de Salud (SERMAS) de la Comunidad de Madrid, publicado en la revista médica ‘British Journal of Dermatology’ ha evidenciado que las erupciones cutáneas en las palmas de las manos y las plantas de los pies pueden ser una alerta de infección por coronavirus.
Otro de los síntomas que también reflejan en el estudio es la ‘lengua COVID’, es decir, lesiones en la lengua que pueden reflejarse en un aumento de su tamaño o la aparición de pequeñas úlceras que pueden ocasionar la pérdida del gusto, uno de los síntomas principales del coronavirus.
El 40% de los enfermos presentó los síntomas cutáneos
Como conclusión, los profesionales del Servicio de Dermatología del Hospital Universitario de La Paz, junto con otros ocho sanitarios del SERMAS, definieron que el 25% de los enfermos por COVID-19 presentaron alteraciones en la lengua y boca y hasta el 40% en palmas y plantas. De este 40%, un 25% presentó descamación, el 15% la aparición de manchas y el 7% sintió sensación de ardor.
Detección precoz del coronavirus
La investigación supone un avance en la pronta detección del coronavirus pues añade a los síntomas comunes (fiebre, tos, cansancio, dolor de cabeza…) dos nuevas señales que podrían avisar a un individuo de su contagio por la COVID-19.
“En resumen, casi la mitad de los pacientes con COVID-19 leve a moderado ingresados en el hospital de campaña durante un período de dos semanas mostraron hallazgos mucocutáneos. La cavidad oral está frecuentemente afectada y merece un examen específico en las circunstancias adecuadas para evitar el riesgo de contagio. Enrojecimiento e hinchazón de manos y pies, descamación palmoplantar fina y de color rojizo a marrón. Las máculas pueden ayudarnos a diagnosticar la infección por COVID-19 y deben revisarse de forma rutinaria”, concluyen los autores de la investigación.