Nueva Zelanda es uno de los países del mundo que está combatiendo de una manera más eficaz la pandemia del coronavirus. La nación oceánica ha sido contundente en sus medidas y ha logrado mantener bajo control a la enfermedad hasta el punto de prácticamente erradicarla entre sus fronteras. Tanto es así que el último contagio comunitario que se había registrado en el país databa de hace dos meses.

Pero esta situación ha llegado a su fin después de que se haya confirmado el positivo de una mujer de 56 años. Esta persona viajó por Europa durante cuatro meses por motivos de trabajo, concretamente a España y Holanda, y a su regreso, que tuvo lugar por avión vía Londres y Singapur el 30 de diciembre, pasó una cuarentena de 14 días en un hotel de Auckland, donde dio negativo en dos ocasiones en las pruebas de detección.

Debido a estos resultados y a que no presentaba síntomas, la mujer finalizó su aislamiento el 13 de enero para regresar con su marido, con quien realizó un viaje por el sur de la región de Northland, como detalla The Guardian. El ministro para la Respuesta de la COVID-19, Chris Hipkins, informó que se están tomando todas las medidas necesarias para aislar el contagio y rastrear sus contactos y que en los próximos días se conocerán más detalles de lo sucedido.

Síntomas después de acabar la cuarentena

Según han comunicado las autoridades, la mujer comenzó a padecer síntomas leves dos días después de acabar la cuarentena, entre ellos dolores musculares, aunque a causa de los resultados negativos de las dos pruebas a las que se había sometido, no sospechó inicialmente que estuviese infectada por el coronavirus. No obstante, decidió realizarse un nuevo test y autoconfinarse en su domicilio a la espera del resultado, que finalmente fue positivo.

Variante sudafricana

Las autoridades sanitarias han elogiado su comportamiento por este hecho y porque registró sus movimientos en una aplicación de rastreo de contagios, acción que ha permitido conocer los lugares a los que acudió y los contactos que pudo mantener. El Ministerio de Sanidad informó que su caso había sido causado por la cepa sudafricana, una de las nuevas variantes del coronavirus, consideradas más contagiosas, y la fuente de infección es muy probablemente otra persona que regresó al país.

Nueva Zelanda, que ha registrado desde el inicio de la pandemia unos 2.280 casos positivos y 25 muertes relacionadas con la COVID-19, ha sido elogiada en numerosas ocasiones por su éxito en la contención de la enfermedad.