La pérdida del olfato, el mejor síntoma para detectar la COVID-19
Una investigación señala que la gran mayoría de los pacientes con infecciones respiratorias pierden el sentido del olfato debido a la COVID-19.
Desde el comienzo de la pandemia, las autoridades sanitarias y los expertos intentan anticiparse a la COVID-19 y detectar la enfermedad cuanto antes para frenar la circulación del coronavirus. Ese rastreo y detección precoz de los casos es clave para atajar la transmisión. Sin embargo, no está siendo tarea fácil, puesto que en muchas ocasiones los síntomas propios de la COVID-19 son similares a los de otras patologías e incluso hay personas que la sufren de forma asintomática.
Por eso, los investigadores trabajan sin descanso para descubrir la mejor forma de identificar cuándo una persona tiene o no coronavirus. En este sentido, dos estudios internacionales confirman que la mayoría de los pacientes con infecciones respiratorias que pierden el sentido del olfato se debe a la COVID-19.
Pérdida media del olfato en un 79,7 con escala 100
El trabajo, publicado en la revista científica ‘Chemical Senses’, indica que la pérdida media del olfato fue de 79,7 en una escala de 0 a 100, lo que muestra que la pérdida del sentido es muy grande e incluso en algunos casos completa. Por eso, estos estudios vienen a mostrar que la pérdida del olfato es con mucha probabilidad el mejor síntoma para predecir que una persona padece COVID-19.
La pérdida sensorial del olfato no es el único sentido que sufre las consecuencias de la COVID-19, sino que el gusto también se redujo de forma importante. De hecho, en esa misma escala de 0 a 100, se situaba en 69. Por su parte, la sensibilidad de la boca, aunque también se pierde se sitúa en el 37,3 con el máximo de nuevo situado en 100.
Estudio con 4.500 pacientes de COVID-19
Los investigadores han llegado a estas conclusiones después de realizar una encuesta entre 4.500 pacientes de 23 nacionalidades que han padecido la COVID-19 en algún momento. A través de los cuestionarios recibidos, los investigadores han establecido esa correlación entre la enfermedad y la pérdida de los sentidos, especialmente el gusto y el olfato en mayor medida, ratificando otras investigaciones.
“Aunque la pérdida del olfato en sí misma elimina la capacidad de percibir el aroma de los alimentos, la pérdida simultánea de los demás sentidos dificulta el registro de lo que se come. Por tanto, llevarse la comida a la boca puede convertirse en una experiencia decididamente desagradable”, ha comentado Alexander Wieck Fjaeldstad, uno de los investigadores que ha liderado el estudio.
Conclusión muy útil para el rastreo de contactos
Por tanto, tras recoger la muestra llegan a la conclusión que la pérdida de los sentidos, especialmente el del olfato, es uno de los síntomas que más se repiten en una persona que ha sufrido en algún momento el coronavirus. Por eso, a la hora de rastrear e identificar casos positivos de COVID-19, la pérdida del olfato es uno de los síntomas, si no el mejor, para detectar contagios.