Este miércoles, alrededor de las 15:00 horas, se ha producido una fuerte explosión junto al edificio de la parroquia Virgen de la Paloma, ubicado en el número 98 de la calle Toledo de Madrid. En un primer momento, el suceso se situó por error al lado, en una residencia de ancianos, la Residencial Los Nogales La Paloma.

Una de las personas que vive allí es Amparo, que tal y como recoge el diario El País mostró su percepción de los hechos: "Es como en la guerra, es como en la guerra". Su hija no consiguió hablar con ella hasta tres horas después del tremendo estallido. 

La anciana, de 83 años de edad, vive en una habitación que da justo al patio del centro parroquial donde se produjo la explosión. Así, declaró en el citado medio que "había fuego, había fuego. Solo había un humo muy espeso y muy desagradable", le comentó a su hija. 

Similar a una onda

Otro de los testigos de la explosión fue Javier Vallejo, director del hotel Ganivet, que también relató en El País lo sucedido: "Estaba con mi compañera en el mostrador de recepción y de repente vi como una onda, como una pared que venía hacia nosotros... luego el humo, el ruido... ha sido realmente impresionante".

Ambos estaban solos en la recepción y según Vallejo, "tuvimos suerte, porque justo el cristal que teníamos delante se agrietó, pero no rompió". Posteriormente, tras comprobar que ninguno de los clientes sufrió daños, se dedicaron a atender a los residentes de Los Nogales.

Les proporcionaron mantas

"Habilitamos el hall y fuimos a por sillas al comedor. Venían con lo puesto. Algunos lloraban. Estaban asustados. Daba mucha pena verles en esas circunstancias. Les dimos las mantas que teníamos y recogimos otras de las habitaciones, pero inmediatamente vino el SAMUR y les dio mantas a todos. En dos o tres horas estaban realojados en otras residencias", explicó en el citado medio.