Avances con la vacuna inhalada: protege de forma completa
Un estudio en ratones y hámsteres confirma que una fármaco intranasal podría prevenir tanto la enfermedad del SARS-CoV-2 como la transmisión.
El coronavirus sigue imparable en todo el mundo y ya ha dejado más de 94 millones de contagios y un total de 2.022.279 de muertes. A pesar de que ya hay varias vacunas disponibles para inmunizar a la población mundial, los científicos e investigadores continúan buscando fórmulas para vencer a la enfermedad.
Entre las innovaciones se encuentran las vacunas que en vez de ser intramusculares podrían ser inhaladas. El Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) está trabajando en una de ellas y, recientemente, el Instituto de Investigación Biomédica de Texas, ha desarrollado un fármaco intranasal basado en el virus de la enfermedad de Newcastle (NDV), una infección contagiosa que afecta a las aves, que podría ser una solución para frenar la COVID-19.
Probado en ratones y hámsteres
El estudio de esta nueva vacuna ha sido publicado en la plataforma BiorVxiv, aunque aún está pendiente de revisión. Según explican los autores, el medicamento vectorizado nasal ha sido probado en ratones y hámsteres por su inmunogenicidad, seguridad y eficacia protectora en análisis con SARS-CoV-2.
De nombre rNDV-S, la vacuna expresa la proteína pico del coronavirus, la proteína S. Ésta fue introducida por vía intranasal a los ratones y reveló altos niveles de anticuerpos de inmunoglobulina A (IgA) e IgG2a neutralizantes específicos del SARS-CoV-2 y células T.
Podría prevenir la enfermedad y la transmisión
Según explican los científicos, los animales a los que se les administraron las dos dosis de la vacuna mostraron una protección del 100% ante la enfermedad, incluida la infección pulmonar, la inflamación y las lesiones patológicas después de la exposición al SARS-CoV-2: “Es importante destacar que una dosis única o doble de la vacuna rNDV-S intranasal bloqueó completamente la diseminación del SARS-CoV-2 en el cornete nasal y los pulmones dentro de los 4 días posteriores a la administración de la vacuna en hámsteres”, explican.
“En conjunto, la administración intranasal de rNDV-S tiene el potencial de controlar la infección en el sitio de inoculación, lo que debería prevenir tanto la enfermedad clínica como la transmisión para detener la propagación de la pandemia de COVID-19”, aseguran los investigadores enel estudio publicado en BiorVxiv.