CORONAVIRUS

Vacuna del coronavirus: ¿cómo puede afectar a los pacientes con esclerosis múltiple?

Las personas que padecen esta patología fueron excluidas de los ensayos, por lo que no hay suficientes datos, pero se recomienda su vacunación.

Vacuna del coronavirus: ¿cómo puede afectar a los pacientes con esclerosis múltiple?
Eduardo Parra - Europa Press Europa Press

Los ensayos de las vacunas contra la COVID-19 se han realizado a tal velocidad que no se ha podido profundizar en los efectos que pueden tener para determinados sectores de la sociedad. Por ejemplo, las personas que sufren enfermedades crónicas fueron excluidas de estos estudios. Entre ellas, se encuentran los pacientes de esclerosis múltiple (EM), por lo que no hay información específica sobre el nivel de seguridad y eficacia en las personas que sufren esta patología.

No obstante, está recomendado que los enfermos de EM se vacunen, ya que, según explican desde Esclerosis Múltiple España (EME), “no hay ningún indicio que haga suponer que las vacunas de la COVID-19 deban tener un efecto negativo en la evolución de la EM o deban interferir con la eficacia y seguridad de las terapias modificadoras de la enfermedad (DMT, por sus siglas en inglés)”. “Además, ninguna de las vacunas de la COVID-19 comercializadas actualmente contienen virus ‘vivos atenuados’, por lo que no conllevan de riesgo de infección para las personas que reciben cualquier tipo de DMT”, añaden.

En cambio, la organización reconoce que “algunas DMT provocan que la respuesta protectora del sistema inmunológico generada por las vacunas sea menos intensa”, por lo que la eficacia podría disminuir. Aunque, la inmunidad que se generaría en personas que han recibido recientemente algún tratamiento de este tipo seguiría resultando suficiente para protegerles contra la COVID-19, por lo que se recomienda no modificar la terapia para administrarse la vacuna. “Una menor eficacia de la vacuna es mejor que ninguna”, sentencia EME.

BioNThech rediseña su vacuna para combatir la EM

La farmacéutica alemana BioNTech ha publicado los primeros datos sobre la aplicación preclínica del principio detrás de su vacuna contra la COVID-19, desarrollada junto a Pfizer, para tratar enfermedades autoinmunes como la esclerosis múltiple. En un estudio que publicó el pasado viernes en la revista Science, la empresa indicaba que ha logrado desarrollar una vacuna ARNm probada en “complejos modelos de esclerosis múltiple en ratones” en la que se ha detectado la supresión de la enfermedad.

La empresa indicó que esta es la primera aplicación de su tecnología de ARNm para conseguir la inmunomodulación específica de antígenos de enfermedades autoinmunes, como la EM, que son afecciones en las que el sistema inmunológico deja de funcionar correctamente y atacan tejidos o células sanas del cuerpo. La inflamación en la EM destruye la vaina protectora de mielina que recubre las fibras nerviosas. Este daño interrumpe la capacidad de transmitir señales entre las células nerviosas y los tejidos y causa una amplia variedad de síntomas neurológicos, sensoriales y motores que pueden diferir mucho entre individuos, recordó la empresa alemana.

La vacuna se basa en la tecnología de ácidos ribonucleicos mensajeros (ARNm), con la que se puede inyectar en el cuerpo las instrucciones o moléculas que inducen a las células a producir unas determinadas proteínas. En todos los modelos de ratón de encefalomielitis autoinmune experimental (EAE) investigados, la vacuna “pudo prevenir la enfermedad sintomática o, en ratones con enfermedad en etapa temprana, redujo la progresión de la enfermedad y restauró las funciones motoras”, explicó BioNTech.

BioNTech destacó además que la vacuna candidata preclínica “no suprimió las respuestas inmunitarias funcionales contra otros antígenos distintos de la mielina”, por lo que se abordó “uno de los desafíos clave en el tratamiento autoinmune en los estudios preclínicos, la inducción de una supresión inmunológica sistémica inespecífica”.