La Consejería balear de Salud y Consumo ha ordenado la intervención sanitaria durante veinte días de la residencia DomusVi de la Costa d’en Blanes de Calvià (Mallorca) tras detectar un brote que afecta a 55 de sus 110 usuarios y a 14 trabajadores, seis días después de que recibieran la primera dosis de la vacuna. Esta decisión tiene lugar tras las sucesivas visitas realizadas por el equipo del Servicio de Salud de las Islas Baleares (Ib-Salud) al centro y constatar que las medidas anti-COVID-19 adoptadas han resultado insuficientes para frenar la propagación de la pandemia.

El Ib-Salud ha trasladado a 34 pacientes a diferentes hospitales y a la “residencia puente” del Instituto Mallorquín de Asuntos Sociales (IMAS). Mientras, en DomusVi quedan otros 21 positivos, y 55 usuarios que no están contagiados, pero permanecen aislados por ser contactos estrechos de los infectados.

La vacuna es eficaz con la segunda dosis

Los ancianos de esta residencia habían recibido ya la primera dosis de la vacuna el pasado 30 de diciembre, pero Salud subraya que la inmunidad no se alcanza hasta una semana después de recibir la segunda dosis, que se pone a los 21 días de la primera. Por tanto, “entra dentro de la normalidad que pueda aparecer un brote después de la vacunación”, ha manifestado la Consejería en un comunicado.

Los trabajadores, por su parte, son vacunados “en dos tandas” para asegurar su presencia en el centro ante cualquier contratiempo, según han explicado a Efe fuentes de la Consejería, que han insistido en la importancia de “mantenerse alerta y cumplir con todas las medidas preventivas” a pesar de haber recibido la vacuna.

Plan de contingencia

Desde que se notificó la aparición del brote, profesionales de la Subdirección de Atención a la Cronicidad del Ib-Salut se han desplazado a la residencia para evaluar la situación de las personas afectadas y garantizar una adecuada asistencia. Asimismo, han puesto en marcha el plan de contingencia y de sectorización del centro, activar circuitos de atención y llevar a cabo formación “in situ” a los trabajadores, sobre todo en lo referente al uso de equipos de protección individual, desarrollo de nuevos circuitos, y delimitación de zonas limpias y sucias, entre otras cuestiones.

A partir de ahora, el personal y el equipo directivo, así como los residentes, se regirán por las instrucciones, órdenes y disposiciones de una coordinadora en los procesos relacionados con la COVID-19.

Ya se han intervenido 13 residencias

Desde que comenzó la pandemia, el Gobierno ya ha intervenido 13 residencias para personas mayores debido a los brotes. Durante la segunda ola han sido Bell Entorn, Sèniors Inca (dos veces), DomusVi Can Carbonell, DomusVi Santanyí, la residencia del Hospital de Llevant, la residencia Reina Sofia (Ibiza), Es Ramal (Menorca), Sant Lluís (Menorca), Sèniors Pollença i DomusVi Alcúdia y DomusVi Costa d’en Blanes. Durante la primera ola fueron Oasis y DomusVi Palma. Actualmente, además de la residencia de Costa d'en Blanes, permanecen intervenidas Seniors Pollença, Seniors Inca y DomusVi Santanyí.

Asimismo, se han tres residencias de personas con discapacidad, todas ellas durante la segunda ola: Amadiba 325, Sa Nova Residència del Patronat Joan XXIII (Inca) y Vuit Vents (Aspace).

Cribados regulares

Desde el pasado 7 de noviembre el Gobierno y el Instituto Mallorquín de Asuntos Sociales (IMAS) realizan cribados cada quince días a todos los profesionales de las residencias de ancianos y de personas con alguna discapacidad para detectar y evitar posibles contagios. Estos cribados se suman a los que se hacen semanalmente en las residencias en las que ha habido un rebrote y los que se realizan a los profesionales que empiezan a trabajar o que se reincorporan después de un período de vacaciones o de una baja.