Estados Unidos ha seguido ya los pasos de Reino Unido con el inicio de las campañas de vacunación contra el coronavirus antes de acabar el año. El gigante estadounidense sigue con sus contagios y fallecimientos en tendencia alta, fruto de los miles de viajes que se dieron durante la celebración de Acción de Gracias. Por ello, el país ya ha aprobado la vacuna, con el objetivo de empezar a vacunar ante inquietud de los ciudadanos. Y es que más de la mitad de la población estadounidense siguen optando a no vacunarse frente a la COVID-19.

Sí la han empezado a recibir varios miembros del sistema sanitario, aquellos que siguen haciendo frente en primera línea de batalla. Un ejemplo ha sido la enfermera jefe de un hospital en Chattanooga, Tennessee. Aunque, sin embargo, lo cierto es que su caso se ha vuelto conocido por su desmayo minutos después de recibir la vacuna de Pfizer-BioNTech contra el coronavirus mientras respondía algunas preguntas de los medios de comunicación.

Fue entonces cuando Tiffany Dover, la enfermera, perdió el hilo de la conversación, notando que no se estaba sintiendo muy bien. "Lo siento, me siento muy mareada. Lo siento”, añadió ante las cámaras antes de desvanecerse y desmayarse. Por suerte, los médicos que estaban en la sala consiguieron sujetarla y atenderla de inmediato. Pese al susto y el miedo que pueda dar este caso, los médicos indicaron a los medios de comunicación que ninguno de los ingredientes de la vacuna tenía que ver con el desmayo de la enfermera.

Minutos después y ya recuperada, Tiffany Dover pudo volver a dirigirse a los medios de comunicación, tal y como recoge Fox, informando de que sufre una dolencia que hace que se pueda desmayar cuando siente dolor. En este caso, el dolor provenía del brazo tras la inyección de la vacuna. "Me di cuenta de repente. Pude sentir que se acercaba. Me sentí un poco desorientada, pero ahora me siento bien, y el dolor en mi brazo ha desaparecido", comentó la estadounidense.

Estados Unidos sigue batiendo récords de contagios

El gigante americano sigue con sus datos al alza. Estados Unidos sigue en plena segunda ola de la pandemia, con récord de contagios y muertes diarias y siendo el país, con distancia, más afectado por el coronavirus. En la últimas 24 horas las autoridades han notificado 247.544 nuevos positivos en COVID-19, así como 3.249 nuevos fallecidos este pasado miércoles. Sumando estas cifras se superan los 17 millones de contagios en el país y más de 310.000 muertos por esta enfermedad.

Unas cifras que no dejan de subir y que se unen a la incertidumbre de la vacuna. Pese a lo aplaudido que ha sido la aprobación de la misma, muchos siguen negándose a ponerse esta dosis que podría frenar la velocidad de contagio en el país más afectado del mundo. Por ello, esta misma semana el vicepresidente Mike Pence, junto a su mujer y primera dama Karen Pence, recibirán de manera pública la vacuna con el objetivo de concienciar a la población de que es “segura y eficaz”.

De hecho, no será el único en hacerlo. Associated Press informó de que el próximo presidente de Estados Unidos, Joe Biden, recibirá la vacuna a principios de la próxima semana de forma pública. Barack Obama, George W Bush y Bill Clinton ya anunciaron que se vacunarían por televisión para promover la seguridad de las vacunas.