CORONAVIRUS

¿Por qué huelen mal las mascarillas cuando se usan?

El tiempo que se utilizan las mismas de manera prolongada, es decir, más de lo recomendado, es uno de los factores que pueden influir.

Mascarillas mal olor aliento chicle coronavirus

Aunque poco a poco nos vamos acostumbrando a llevar de manera diaria las mascarillas, hay algo de ellas que no deja de ser desagradable, el olor que se puede percibir después de usarlas durante un tiempo. Y la razón no está en la propia composición de la mascarilla, sino en su función, que es la de evitar que nuestra saliva, aliento o gotículas salgan al exterior, actuando como barrera física.

Por ello, todo aquello que expulsamos por nuestra nariz o nuestra boca se queda ahí, en la mascarilla, y el olor que eso genera vuelve a cada usuario. No obstante, no siempre tiene que ser un olor malo o desagradable, de manera que depende mucho del tiempo que usemos la mascarilla de manera prolongada y si lo hacemos más de lo recomendado.

“Esos restos de saliva se quedan retenidos en la mascarilla y al secarse pueden generar un olor desagradable", explicaba Carmen Martín Carerras-Presas, secretaria de la Junta de Gobierno del Colegio de Odontólogos y Estomatólogos de la I Región (COEM), a uppers.es. Y añadía también que en el caso de mascarillas quirúrgicas no se deben superar las cuatro o cinco horas: “Si superamos esa indicación, se satura y deja de filtrar y el olor fuerte se incrementa. Para evitarlo hay que darle el uso para el que están programadas”.

Las mascarillas por sí solas no generan mal olor

"Las mascarillas quirúrgicas están hechas de un material inodoro. Si hablamos de mascarillas fabricadas en casa, dependerá de si las hemos lavado o de dónde provenía la tela. Pero en general, tampoco tienen olor”, ha explicado Ana Gil de Bona, investigadora de The Forsyth Institute al portal Maldita Ciencia.

Por lo tanto, es esencial conocer las instrucciones que se recomiendan para cada tipo de mascarilla, evitando así una alta probabilidad de mal olor. Además de lo ya mencionado sobre las quirúrgicas, las mascarillas caseras e higiénicas en general son reutilizables, y lavándolas se elimina fácilmente esa sensación.

Las mascarillas EPI, por su parte, tienen un uso máximo aconsejado de 24 horas, y son precisamente las que tienen una mayor capacidad de retención de partículas y de saliva. Son las que tienen un mayor riesgo de generar mal olor superando el tiempo recomendado.

El mal aliento, otra posible causa a tener en cuenta

Además de la sensación generada por esa acumulación de gotículas y saliva, otro factor importante es el mal aliento o halitosis que pueda tener cada uno. Y encima, al usar mascarillas el efecto se multiplica y somos más conscientes de ello.

Según la Sociedad Española de Periodoncia y Osteointegración (SEPA), su influencia es importante, ya que alrededor de un 30% de la población adulta lo padece actualmente o lo ha padecido alguna vez en su vida. Un documento de la propia SEPA establece que la principal causa es la presencia de unos gases que exhalamos por la boca, los compuestos sulfurados volátiles, asociados en un 90% a bacterias que se quedan detrás de la lengua. El resto de razones serían la dieta, la toma de medicamentos o problemas digestivos.

Se suele hablar mucho del chicle como posible solución, pero lo cierto es que provoca una mayor generación de saliva al masticar. También, aunque disimula al principio el olor, luego liberan uno más intenso. Por lo tanto, es más un engaño o un enmascarador que una solución definitiva.