Más de 60 personas denunciadas por acudir en masa a un funeral
La Policía Nacional de Granada tuvo que intervenir en un entierro del cementerio municipal de San José donde se habían concentrado más de 100 personas.
Las medidas de restricción con motivo de la pandemia del coronavirus siguen vigentes en toda España, aunque varían según la Comunidad Autónoma. En Andalucía, las autoridades permiten asistir a los funerales a un total de 50 personas, cuando se tratan de actos al aire libre, y a 25, la mitad, cuando es en un espacio cerrado.
Esta normativa parece no haber calado muy bien en la capital granadina, donde hasta 63 personas han sido detenidas por acudir en masa a un entierro en el cementerio de San José de Granada. Unos 100 individuos asistieron al funeral, lo que hizo saltar las alarmas entre otros asistentes que no dudaron en llamar a la Policía Nacional para solucionar el encuentro multitudinario.
Los agentes redujeron la asistencia al entierro
El suceso tuvo lugar sobre las 17:30 horas del pasado viernes, 20 de noviembre. Los agentes policiales se desplazaron hasta el lugar de los hechos para reducir la concentración de personas hasta dejar participar en el funeral a un total de 50 individuos, los establecidos por la ley.
14 individuos se habían saltado el confinamiento perimetral
Según han contado al diario Ideal de Granada testigos presenciales de los hechos, algunos de los participantes en el entierro multitudinario comenzaron a huir cuando presenciaron la llegada de las autoridades policiales. A pesar del intento de huida, 63 personas terminaron denunciadas por la Policía Nacional por no obedecer la normativa establecida para evitar nuevos contagios por coronavirus. De los 63 individuos sancionados, 14 fueron castigados por los agentes por haberse saltado el confinamiento perimetral que les impide salir de sus respectivas localidades.
Una vez finalizada la intervención de la policía, el funeral pudo seguir adelante con grupos congregados de no más de seis personas en el exterior del cementerio municipal de San José. Aquellas personas que finalmente no pudieron asistir al entierro se quedaron a las puertas del camposanto en grupos reducidos de seis individuos.